confit de pato lujurioso, cebolla caramelizada y patatitas al azafrán.
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INGREDIENTES
Como os decía en la primera parte de este post la semana pasada, no deja de sorprenderme a mi misma que yo que soy una persona festiva, festejona, vividora, disfrutona. lianta y armadanzas, a la que no le da ninguna pereza organizar saraos ni manchar su casa, ni su vida, ni un poquito su alma, (siempre que lo exija el guión, claro), le tenga tan poca simpatía a la Navidad.
También os decía que aún siendo persona quizá excesiva, (no hay más que ver el gusto que le estoy cogiendo a esto), me siento incapaz de apreciar las cosas ricas de la vida cuando se amontonan de tal forma que me sobrepasan, cosa que bien pensada, no es tampoco difícil teniendo en cuenta mi baja estatura. Desde luego, y probado está, el problema tampoco mejora si me calzo altos tacones, que luego a todos los dolores de conciencia, encima hay que sumar el de los propios pies. Y es tontería.
Y es este sentimiento de exceso, derramándose también en excesiva forma, el que se interconecta automáticamente en mi cerebro con el concepto de pecado, concepto este que, curiosamente, no suele preocuparme significativamente el resto del año.
No se porqué pero es cuando más pienso en los que menos tienen, en todo lo que pude hacer y no hice, en quien estará triste y sólo, incluso a escasos pisos de mi, en quien no tendrá que comer, en todo lo que a mi me sobra, y en las cosas a las que no renuncié y debería haber renunciado
En fin, que es el momento en que la particular lavadora de mi conciencia a punto de terminar su programa anual de lavado, se pone a centrifugar… y a muchas revoluciones.
Por eso, todos los diciembres salta la alarma, suena la campana y se me encienden todas las luces de alerta y ¡peligro, pecado!…Vamos, igual que si mi alma fuese el tablero de un coche moderno quedándose sin aceite.
El otro día en la 2ª o 3ª cena de navidad que a estas alturas ya voy acumulando, hablaba de esto precisamente con otra miembra de la misma asociación a la que ambas pertenecemos…y me encantaba oírla hablar de la navidad como la época más feliz de su vida, incluyendo el año en que con una gran pena y ausencia familiar, la celebraron igual que siempre arropándose unos a otros y sintiéndose orgullosos de ser capaces de sobreponerse juntos a su inmensa y reciente pérdida. ¡Que admiración y que envidia, Charo!
La verdad es que me leo, y parezco el navideño bicho verde del Grinch, e igual tampoco es para tanto…es sólo que me ponen triste estas fiestas y yo que soy el resto del año la alegría de la huerta, pues…no se, se me hace raro, y no me encuentro…o yo que se que…
Otra amiga, Elena, me dio una idea maravillosa para festejar sin estrés lo que podría ser una Navidad alternativa. Ahora que está tan de moda la Alianza de las civilizaciones esas y se supone que seremos unos oprobiosos y rancios dictadores si no somos capaces de amar y respetar la diversidad biocultural de todos los mundos que están en este, (incluidos aquellos que cercenan el placer de por vida a las mujeres, las entregan a viejos en matrimonio siendo niñas, o las lapidan porque un día amaron al único hombre que no las trató a palos), es el momento de adoptar y españolizar una fiesta muy americana…como ejercicio de biodiversidad cultural, más que nada
Para todos aquellos que llevéis un pequeño Grinch en vuestro interior, os propongo celebrar el día del “San Givin”, en su tierra originaria más conocido como Thanks Giving.
Celebrémoslo por todo lo alto, cuando y con quien nos de la gana, invitando y derrochando generosidad y hospitalidad con los que la necesiten, mucho más allá de las fronteras interfamiliares.
Celebrémoslo comiendo y bebiendo, el día del año que nos de la gana, que al ser una fiesta adoptada y adaptada será lógicamente movible a conveniencia del adoptante.
Celebrémoslo sin montones de regalos que supongan un gasto estúpido que encima ni siquiera será apreciado por la mitad de sus destinatarios. Y celebrémoslo también renunciando a algo y compartiéndolo con los que menos tienen.
Aunque dadas las fechas en que estamos, se me ocurre otra opción más fácil y cercana: celebrar la Navidad como Dios manda.
P.S.Con un beso enorme y mil perdones llenos de admiración, a los que disfrutáis la Navidad. La Navidad como Dios manda
Receta: confit de pato lujurioso, cebolla caramelizada y patatitas al azafrán.
Confit de pato Lujurioso
La técnica del confitado no es tiene más misterio que la de ser un especie de cocido pero en vez de en líquido, en una materia grasa. En el caso del confit de pato, la carne del mismo se cuece en su propia grasa. Para elaborar este plato sugiero que compréis el muslo y sobre muslo de pato. Podéis encontrarlos fácilmente en lata de dos en dos, o envasados al vacío por unidades individuales.
Ingredientes para 6 personas:
6 muslos con sobremuslo de pato confitado I naranja, su zumo1vaso de oporto1vaso de vino dulce tipo Pedro Ximenez, moscatel…1rama de canela, 2 clavos, y pimientas varias al gustoSésamo para decorar.
Aproximado proceder
Limpiar, raspando, toda la grasa que se pueda del confit Si los compramos de lata, dejar a temperatura ambiente- templado para que se separe toda la grasa.Dejar unas horas, o toda una noche, la carne macerando en todos los elementos anteriores excepto el sésamo. Unas horas antes de comerlo retiramos el pato de la salsa de maceración y reduciremos esta en un cazo a fuego lento hasta que nos quede con espesor de jarabe.
El confit lo pondremos en una rejilla de horno pintado con la salsa que habremos reducido previamente y cubierto con sésamo. Lo dejaremos hacer a horno fuerte unos 15 minutos, con cuidado de que no se queme pero si de que quede dorado.y con la piel crujiente.
Servir recién horneado
Nota: la grasa de pato sobrante, sobre todo de las latas, se puede guardar y congelar para confitar otros alimentos
Cebolla caramelizada
6 cebollas finas y caras, por favor no utilicéis la marrón perfectamente esférica y rabuda como ella sola y que siempre suele estar de oferta, o estropearéis la receta
Aceite de oliva
6 cucharadas de azúcar moreno1 vasito de brandy
Sal y una rama de canela (opcional)
Pelar y cortar en aros las cebollas.
Dorar en aceite de oliva, y sartén antiadherente. No mucho aceite pero suficiente para que dore bien. Salar.
Cuando esté medio dorada la cebolla, escurrir, incluso ayudados por papel de cocina, todo el aceita que se pueda
Devolver la cebolla semi frita a la sartén y añadir las 6 cucharadas de azúcar moreno. Esperar a que empiece a caramelizar. Añadir el medio vaso de brandy, y si se quiere, la rama de canela.
Dejar hacer a fuego medio-bajo hasta que el líquido se haya reducido, la cebolla este blandita y en una especie de salsa espesa
Nota: se puede añadir algo más de azúcar moreno, si después de evporado el líquido, no está suficientemente “acaramelada”
Patatitas al azafrán
2 bolsas de patatitas peladas de las que vienen al vacío o de las congeladas, (por ejemplo las Hacendado de Mercadona). No useis las de bote, que para mi gusto, aún cocinadas saben a eso, a bote.
Azafrán, sal y pimentón de la Vera
Si usáis la patatas al vacio lavarlas y escurrirlas bien. Si usáis las congeladas, dejadlas descongelas sobre papel de cocina para que absorba el líquido de la congelación.
Colocar las patatas en fuente de horno, semi cubiertas con aceite de oliva virgen y añadir sal, el azafrán en hebras y, si queréis, un poquito de nada de pimentón de la Vera, sobre cada patata para darle color. Hornear a temperatura alta hasta que estén tiernas y doradas. Al principio puede ser necesario moverlas en el horno.
Cuando estén hechas se retiran en caliente del aceite y se colocan en otro cacharro donde se les pueda dar un golpe de calor y gratinado antes de servir.Nota: el aceite sobrante se guarda para rehogar guisos, paellas…
Bueno, espero que no os haya parecido difícil la cena de navidad supuestamente fácil
¡¡¡ Feliz Navidad a todos !!!
Y ya me contaréis…Guisándome la vida, Carmen Albo. Blog sobre gastronomía y cosas mías
10 comentarios
Me parece una cena facil y de alta gastronomia. Otra vez gracias por tan buenas recetas par estas fechas.Ya estoy pensandola hacer en Nochevieja, pues en Navidad somos tan tradicionales que el capón relleno de castañas y manzanas no hay manera de prescindir de él, ya que se me armarían «la marimorena» navideñamente hablando, dentro de mi círculo familiar.
Y sí, la Navidad es también para expresar el amor que sentimos por los demás, no solo del ámbito familiar. Hay personas maravillosas,que sufren y a las que quisiera dedicar mi solidariad y cariño, que parece que en estas fechas se sienten más necesitadas de ello.
Un abrazo. Abuela Sexagenaria.
Muchas gracias Abuela Sexagenaria, se te echaba de menos ya por aquí. Lo de tu capón relleno de castañas y manzanas comprendo que no te lo perdonen, pero para Nochevieja creo que este es un menú fácil y no excesivamente caro.
Y para los que no tienen si que es verdad que estas fechas tienen que ser más duras. Aún.
Otro abrazo para ti, Abuela Juvenil Sexagenaris
Gracias por el e-mail, Carmen, pero como soy muy disciplinada, ya lo lei hace unas horitas y me parece un plato fantástico. Lalo ya lo quiere probar. Lo intentaré. Y hablando de la Navidad, a mí con los años me pasa lo mismo. Ya no tengo la misma ilusión de antes en que eramos tropecientos en la familia, todos juntos en la casa de nuestros abuelos. Las cosas van cambiando y nos hacemos mayores y le damos mucha importancia a los que tenemos al lado aunque no nos gusten mucho y eso, nos impide ser tan felices como en la infancia. Pero, sí que tenemos que hacer el esfuerzo por nuestros hijos, sobrinos,… y procurar que sean unas fechas lo más divertidas posibles.
Ya te contaré más cosas. Un besito.
Hola Xela, que bueno tener a alguien tan disciplinado por aquí.Muchísimas gracias.
La verdad que igual me he pasado un poco de Grinch, y lo que no puedo permitirme es contagiarlo a los cercanos, que igual se extiende más que la gripe A…
Y al final si que hago esfuerzos para disimular…lo que no se es si con éxito o no.
En fin, por aquí te espero, esperando que me cuentes cosas. Un beso y gracias por estar ahí
Pues lo del pato me lo guardo para otras fechas porque me parece fácil, incluso para mí … Como éste año en Nochebuena seremos
pocos, marisquito rico. Y en Navidad no me toca !!!!
Y venga, ánimos. Lo de un cantautor que te chifla: todo pasa y todo llega. Ya sabes. Besos
Querida Elena Francis 64…Como tu bien dices, es fácil para cualquiera el confit de pato lujurioso este.
Y fíjate tu, que siendo y viviendo en esta tierra, no «te soy» yo nada de marisquiño en Navidad, debe ser cuestión genética o asín. Y como bien canta mi cantautor de cabecera, que ya empieza a ser mi debilidad senil…Todo pasa y todo llega, (queda en el original machadiano)…pues eso, que llegue y que pase, pero rapidito…
Besos y si quieres alguna ideita, (que últimamente no tengo una buena), ya sabes donde me tienes
Carmen, aquí otra forofa de la no navidad, ya ves, estar alegre por obligación no mola nada. Pero tiene sus compensaciones, de algun modo, por algún lado.
Tu receta es suculentísima para una San Givin, jajajjaja, simpático santo amiguero.
ya te pondré enlace del concurso de Aoste en cuanto me entere que será pronto.
Pues Luz, compensaciones debe tener, o por lo menos hay que ponerse a buscarlas.
Fíjate que yo montaba la navidad en casa este puente, después, fui reduciendo los adornitos, y desde hace 4 años ni voy al trastero…compré cuatro cositas nuevas y las guardo en un armario cómodo..y ni aún así… este año más grinch que nunca
Ahora el San Givin, (San Giví en tu tierra), un inventazo.
Gracias por la información del concurso
Un beso y feliz navidad, de grinch a grinch
Estoy agree contigo. La Navidad es…»demasiao, pal body y la alma». Total, que de tan concentrado se atraganta todo un poco, pero…y la felicidad de haberla superado, eh? ESO NO SE COMPARA CON NADAAAAAAAAAAAAAA!!!
Anónimo: ¡Otro Grinch agree!…Pues si, yo no tengo mucho más que añadir…Pero el día 7 digo prueba superadaaaaaa y espero que me den los mismos kilometros de premio que me dieron en aquel concurso de TV donde en su día gané un buen dinerito..,
La verdad que ahora, con sobrevivirlas, ya me parece suficiente regalo.