Dadas las fechas, no me resisto a compartir y a disfrutar, pensando cuantos de nosotros nos hacemos parecidos propósitos, manidos, repetidos aburridos y hasta viejos, cada nuevo año.
Primer propósito en el ranking mundial de incumplimientos: este año dejo de fumar
Como nunca he fumado no sé, aunque intente imaginarlo, lo que debe ser el tormento de proponerse dejar de fumar todos los años. Me pregunto si yo, de haber sido fumadora, a estas alturas de la vida que son las que me ocupan y preocupan, hubiese conseguido dejarlo.
Acepto de antemano como axioma, (verdad que se admite como cierta mientras no se demuestre lo contrario), que la fuerza de voluntad nunca ha sido mi fuerte Yo, si tuviese que ser de alguna secta, sería “Brusliana” y me dejaría fluir haciéndome unos “be water my friend” que para si querrían todos los negociadores de conflictos serios.
También es verdad que para compensar esta falta grave de voluntad, que en el código de circulación de la vida está penada con pérdida severa de 8 a 10 puntos, diré que no soy una persona de fácil adicción, y digo yo que de aquí, de no tener nada fácil la adición, habrá resultado mi posterior y perpetua incapacidad numérico – matemática.
Bueno, como nunca he fumado ni soportado el tabaco creo que este propósito no me vale de ejemplo, Ahora que caigo, ¿Será castigo divino haber tenido que vivir siempre entre fumadores?. Y suponiendo que sea castigo divino, y lo que es más grave…¿Será merecido, o no?….
Segundo manido y conocido hasta el aburrimiento, propósito: este año no sólo voy a pagar, sino que voy a ir al gimnasio.
¿Quién dijo que una retirada a tiempo es una victoria?, Pues en lo que a este propósito respecta ya debí vencer, porque yo ya ni me lo planteo.
Una vez y gracias al tesón e insistencia de una buenísima y deportista amiga, conseguí asistir unos 6 meses seguidos a un sitio de estos. Todo el mundo me decía que me iba a acostumbrar y que cuando lo hiciese, echaría de menos el día sin ejercicio…yo me reía incrédula y me sigo riendo.
Fueron 6 meses de tortura sin precedente, en los que concluí que mi problema es que no me gusta sudar, (salvo contadísimas ocasiones, fáciles de imaginar para mentes preclaras). Y eso es todo. Sudar me parece ordinario, y ordinaria ya es en demasía y exceso la vida diaria… El resultante pelo pegado, estilo pollo sudao, es un look que además de no favorecer a nadie, es a mayores un lujo que dados los años, arrugas y michelines que me adornan, ya no me puedo, ni quiero, permitir.
Años más tarde conocí gracias a la misma deportista y adelantada a su tiempo amiga, a un tal Pilates, que descubrió que cambiar el esfuerzo físico por el mental mientras el cerebro controla la respiración y los movimientos, también producía resultados físicos satisfactorios y constatables. Así que cada primavera reaparezco por las clases de ese tal Pilates intentando que entre el régimen y él, la operación biquini 2000 lo que sea, no sea tan dramática.
Al paso que voy y con esto del blog, que me engorda muchísimo, este año la operación biquini pasará a ser «operación bañadordecuellovueltonegro 2010».
Como modesto y alcanzable propósito, me he prometido a mi misma caminar, eso si, sin excesos que exciten mis glándulas…sudoríparas.
El año pasado lo hacía, cuando trabajaba por las tardes o en cursos de fines de semana, me levantaba, (si no llovía, claro, y este año llueve muchísimo), y me iba andando hasta un monte más o menos cercano a mi casa donde se encuentra la capilla de la Virgen de la Guía. El premio al llegar a cierta altura y librar las casas y edificios, es una maravillosa vista de la Ría de Vigo, de esas que hacen sentir y recordar que Dios existe…Ahí me paraba, tomaba aliento y me ponía de tan buen humor al ver el azul del mar, las islas Cíes y las mejilloneras sembradas en perfecto orden por toda la ría, que hasta me reía sola. Era el momento en que paraba mi mp3 y me deleitaba con la música de viento, pájaros y árboles y el acompasado y amortiguado sonido de los astilleros, grúas y puerto vecino.
Así contado, la verdad, que ni se porque he dejado de hacerlo…
Y tercer tópico y confesable propósito que voy a intentar cumplir como sea: meterme en los pantalones del año pasado. Y esto sin que el resultado sea físicamente imposible, estéticamente deplorable, o moralmente ignominioso…
He constatado empíricamente que este blog y sus accesorios me engordan. Esta ciber aventura entre pucheros, por algún motivo, ha ralentizado mi producción de insulina y mis caderas, mi retaguardia y mi vanguardia, no dan más de sí…Y lo que es más importante, mi armario, están resintiéndose por momentos….y ahí si que tengo que echar el freno, que me conozco y ya suelta, no hay rienda, ni jockey, ni discjockey que me refrene y contenga.
Como quedó claro que fuerza de voluntad no tengo mucha, a ver si ese orgullito que a veces me ataca, me permite ir glosando públicamente mis kilómetros, mis comiditas de dieta y mis caídas y recaídas, que algunas serán, cuando acaben estas vacaciones…Cuento con vosotros y con mi vergüenza torera. ¡ A ver!
Además de estos 3 tópicos propósitos universales hay innumerables y variados propósitos personales de toda índole y condición. Muchos son inconfesables en un medio como este. Sería divertido que contaseis aquí alguno vuestro, aunque sea de los de confesar con facilidad
Entre los propósitos confesables que me he hecho para este 2010, está el disfrutar cada vez más de cada momento de mi vida.
Aprovechar, analizar, diseccionar, aspirar y metabolizar cada buen momento que me toque vivir…Soy demasiado mayor para permitirme no hacer zumo de la vida…y eso es lo que me propongo: exprimir el año que entra como a una naranja. Y naranja de las caras y de zumo y os invito a hacerlo conmigo, mientras entre todos, nos guisamos la vida juntos.
Con mis mejores deseos en este año que comienza, para todos los que se guisan la vida como pueden, o como ella se lo permite….¡PERO QUE SE LA GUISAN IGUAL!.
Roastbeef asado con hueso
1 costillar de ternera de unos 4 kg y ½.
Aceite
Mantequilla
Medio vaso de brandy
Sal, agua, pimienta
mostaza dulce (opcional)
Dos formas básicas de enfrentarse al fenómeno roastbeef.
- Comprar la pieza de costillar en trozo entero, con solomillo de un lado y entrecot de otro.
- Perdirle al carnicero que separe casi del todo los dos cortes de carne del costillar y después los ate ligeramente al hueso.
La diferencia de una u otra opción estará en la manera de cortarlo para servirlo.
Si optáis por la primera, tendréis que cortarlo en sentido transversal como en la foto de arriba.
Si optáis por la 2ª opción, retiráis los hilos, separáis del todo la carne y cortáis cada trozo en la forma tradicional.
Aproximado proceder
Untar ligeramente con mostaza dulce el costillar, (opcional), pimentar y aceitar ligeramente.
Introducir el costillar en el horno arrebatado (a 250º) unos 15 minutos procurando que si hay solomillo, éste quede en la parte menos caliente del horno, (lado de la puerta).
Pasado ese tiempo, aceitar más, salar y regar la carne con el brandy. Si se quedase escasa la salsa, añadiríamos algo de agua.
Bajar el fuego a 180º y dejar hacer otros 40 minutos. El cálculo del tiempo es lo más complicado porque depende del horno, del tamaño de la pieza y de cómo les guste a los comensales el punto de la carne.
Si tenéis termómetro de cocina, y para mi gusto, cuando el interior de la carne pegada al hueso alcanza 40º – 50º suele estar en su punto.
Servir templado, junto a la salsa muy caliente.
La salsa puede servirse añadiendo un poco de mantequilla, (opcional)
Como acompañamiento, un buen puré de patatas, disfrazado, pero de sobre, cebolla caramelizada, y/o una salsa de setas…Y, ya me contaréis
NOTA: Tengo los huesos, con bastante carne y la salsa sobrante congelados para hacer una receta de aprovechamiento total: arroz de roastbeef.
Ya veréis ya…
12 comentarios
Quen dixo medo……….!
¡FANTÁSTICO, CARMEN!
Mira acabé de leerlo y me he ido rauda y veloz a la carniceria a comprar lo necesario y ya mañana me pondré manos a la obra a ver como me sale. Desde luego es toda una «Comida de Reyes». Espero que alguna vez pongas también la receta de ese «puré de patatas disfrazado».
Estoy emocionadísima con esta receta,ya te contaré……Un abrazo repleto de agradecimiento. SOL
Juan…¿ miedo?…¡ninguno! Y con las sobras, el arroz del que os he prometido receta.
Sol:
Pues que ilusión, hijiña.
Prométeme que nos contarás que tal te fue la cosa. Como te dije, el tiempo y punto de la carne depende del horno, (mucho), y del gusto de los comensales.
Espero que mis orientaciones de tiempos te sirvan.
Y…ya nos contarás
Otro abrazo repleto del mismísimo agradecimiento por estar ahí, por comentar, y por probarlo todo, todo…
….¿no es mala señal esperar a una determinada señal del calendario para iniciar un proposito?.¿que necesitamos para poner en marcha la maquina de la voluntad? ….los cocineros que queremos ponernos a dieta …¿ no nos parecemos a un bombero piromano..?
Hola Enric.
Antes de nada bienvenido y gracias por compartir aquí tu opinión.
La verdad que así dicho, tienes toda la razón.
La iniciación de un propósito debería depender exclusivamente de una necesidad razonada y rezonable.
La máquina de la voluntad, (la mía por cierto me salió malísima), también debería estar dotada de la autonomía y competencias necesarias para arrancarse por su cuenta en la fecha que ella considerase oportuna…En este caso recurrí a tópicas excusas que en mi caso además y casualmente son necesidades razonables…y razonadas.
Y lo de que un cocinero a dieta sea un bombero pirómano…Un cocinero que quiera ser modelo de pasarela si que lo veo más comparable a tu ejemplo.
Juro que yo sólo quiero volverme a meter en los pantalones que me servían hace 6 meses, y creo poder hacerlo sin que el blog con sus recetas e historietas se resienta….o igual no…
Un abrazo Enric, y gracias por tus brillantes reflexiones
Hola Carmen. ¡Cómo me gustó tu historieta! Pero no te obsesiones con los pantalones del año pasado, mujer, que habrán pasado de moda. Siéntete contenta hoy, con lo que estás haciendo por los demás, que es mucho y para que te animes, te diré que si tomas un zumito de limón por las mañanas en ayunas mezclado con agua y… «sin azúcar», impide engordar. No sabe muy bien pero te acostumbras y es muy sano. Un besote.
No , si yo contenta, Xela, suelo estar, Xela.
Pero tengo un límite y ese era el de mi peso de hace 6 meses.
Tomaré zumito de 6 limones cada mañana…pa compensar
Hola Carmen, llego recomendada por una amiga tuya Isabel(ex profe mia). Me encanta tu blog, ya he visto alguna receta que fijo que haré, ya estoy salivando. Ya estas agregada en el mio. Bikiños y volvere… cuchara en mano.
Incara:
Pues bienvenida al club.
Además de que la recomendación es de alguien apreciado, eché un ojillo por tu blog y me ha parecido muy, muy divertido. Esas clases de cocina en la asociación del barrio, tuvieron que dar para muchos posts!!!
No se si estás en facebook, si lo estás allí también puedes encontrar a guisándome la vida, mucho más interacitvo.
No te olvides la cuchara, ni el tenedor, ni sobre todo el cuchillo, cuando vuelvas.
Un abrazo y espero verte más por aquí.
[…] Hace tan sólo tres años, cuando estrenaba este blog, escribí este post sobre los “Propósitos viejos para nuevos años“. Lo releo ahora, reconozco que me siguen haciendo gracia las “astracanadas” que […]
Hola Carmen; soy tu amigo Paco Hernández y accedo a tu receta de Rossbeff con el hueso.Magnifica bien explicada y didáctica. Eres una estupenda comunicadora, brillante e ingeniosa.
Y tú, Paco, además de amigo, debes ser una reencarnación de mi abuela. Mil gracias por comentar y por hacerlo aquí.