Esta vez, toca receta de las de mi casa de toda la vida: roastbeef facilón y lucido.
A muchos de vosotros os puede parecer difícil perpetrar con éxito este tipo de recetas que, precisamente por simples, sólo requieren de dos condiciones:
- Una buena materia prima, como este chuletero de Ternera gallega suprema que me han cortado y preparado en un trozo de 4 kilos, los carniceros de mi supermercado GADIS.
- Un control de tiempo para no pasarnos y dejarla a nuestro gusto.
El chiste de este roastbeef facilón y lucido, es hacerlo con hueso, cortándolo «a la inglesa¨ o, lo qué es lo mismo, al revés de su corte natural como veréis más adelante en las fotos. Por supuesto con los huesos y sobras de este roastbeef, es casi obligatorio hacer el arroz de roasbeef más rico del mundo…¡o casi!
Aproximado proceder:
Yo utilicé un corte de chuletero alto de Ternera Gallega Suprema que, con su correspondiente hueso, pesaba casi 4 kilos.
Con ayuda de un pincel lo unté con mostaza, lo sazoné generosamente con pimientas molidas y le añadí un buen chorro de aceite.
Con el horno precalentado ya a 300º lo tuve 10 minutos. 7 minutos con la carne hacia arriba y 3 por la parte del hueso. Si vuestro horno sólo alcanza 250º, dejadlo unos 14 minutos.
Pasado ese tiempo de fuego al máximo para sellar bien el chuletero, bajé el horno a 190º.
En ese momento volvía poner la parte de a carne hacia arriba, añadí la sal, y muy poco a poco, incorporé los 250 ml de brandy. La razón de incorporar el líquido poco a a poco es evitar que la diferencia de temperaturas pueda resquebrajar la fuente. Creedme que no es la primera vez que me pasa.
Esta pieza de carne de casi 4 kilos estuvo 35 minutos más en el horno. A los 15 minutos añadí, también con cuidadito, otros 200 ml de agua para obtener más salsa. Es conveniente, hacia el final del tiempo de horno, darle otra vez la vuelta a la pieza y que también se haga con la parte del hueso hacia arrida.
Estos tiempos de horno están calculados para carnívoros +, es decir, para los que os guste la carne muy rojita. Si os gusta más hecha, con unos 7 u 8 minutos más de horno, creo que le daréis el punto perfecto.
Ya no queda más que retirar con un buen cuchillo jamonero la primera loncha de carne y grasa (que guardaremos para nuestro arroz de aprovechamiento maravilloso) y proceder a cortar la carne en lonchas. El chiste de este roastbeef facilón y lucido es cortarlo en sentido contrario al sentido en el que cortaríamos las chuletas.
Podéis acompañarlo de patatas fritas o cocidas con piel, o, como en este caso, de una ensalada de tomate con un aliño tan especial, que se merece una receta independiente pronto en este vuestro blog.
NOTA: yo siempre compro algo más de cantidad de crne de roastbeef, para que me sobre para el día siguiente y para hacer el famoso arroz, que en mi casa, os diré, gusta tanto o más que la propia carne.
Aunque la receta y sus corespondientes fotos, son antiguas, aquí os las dejo: arroz de aprovechamiento de roastbeef.
Animaos a hacerlo…¡Y ya me contaréis!
6 comentarios
Efectivamente, facilón y lucido, ha quedado espectacular!! Lo he acompañado de patatitas al horno y una ensalada de tomates variados de temporada . Muchas gracias por compartir tus recetas!!
A buenas horas te contesto…¡Qué vergÚenza! Me alegra que te haya gustado y salido tan bien. El acompañamiento, perfecto…
Carmen, tiene una pintaza!!!
No me quedó claro si a la hora de cortarlo ,lo cortas con el hueso o se lo quitas antes.
A buenas horas te leo, mil perdones, Ana Isabel. Lo corto con hueso y como al través. Es decir, con cuchillo jamonero y en sentido paralelo al costillar, es decir, al contrario de como se irían cortando las chuletas si las separásemos del hueso. Espero haberme explicado… tarde, eso sí. Perdón de nuevo por el despiste
Buenísimo!!!!!!
Mil gracias, Tocaya