ENSALADILLA PARA VAGOS Y PRISAS

ENSALADILLA PARA VAGOS Y PRISAS

Imprimir receta

Comensales: 4 Tiempo de preparación: 15M Tiempo de cocinado: 10M

INGREDIENTES

• 1kg de ensaladilla congelada Findus
• 250grs de langostinos congelados Pescanova
• 1 latita de Kaviar Skandia
• Hinojo, apio, o cebolleta
• Mayonesa Hellmans
• Salsa Perrins
• Monstaza
• lima
• leche
• aceite de oliva virgen
• sal

Antes de nada, aclaro, que pocas cosas me gustan  más que una buena ensaladilla. Y, a mayores, afirmo, que elaborar una buena ensaladilla lleva mucho más tiempo del que parece. Así, esta ensaladilla para vagos y prisas fue  una prueba, que una vez superados todos los filtros de cata pertinentes, ha llegado aquí a solucionarnos a todos los que os guisáis conmigo la vida, un capricho de ensaladilla rica, fácil y exprés.  

Así que, confieso, que  por primera vez en mi vida y para la receta que quincenalmente preparo para  supermercados GADIS, utilicé un preparado de  ensaladilla rusa congelada. Confieso también que el resultado ha sido sorprendente

Lo de tunear la  mayonesa «de bote» y transformarla en una salsa  de la que ni la suegra más quisquillosa podría detectar su verdadero origen, os lo cuento más adelante.

Y si a nuestra ensaladilla para vagos y prisas, le añadimos unas gambitas confitadas  en un aceite que aprovecharemos para incorporarlo a la ensaladilla, entonces, conseguiremos una ensaladilla deliciosa, con muy poco esfuerzo y en en muy poco tiempo.

No os lío más y vamos a ello.

Aproximado proceder:

Cocemos la ensaladilla como nos indique el fabricante, pero, en mi opinión, en la cantidad de agua justa para que la cubra. Cuanta más agua, menos sabor, vamos, de toda la vida.

Mientras cuece la ensaladilla,  ponemos los langostinos pelados y congelados en un colador y los descongelamos con agua fría. Los secamos, los cortamos en trozos (reservando unos enteros para adornar) y los confitamos unos minutos en aceite de oliva virgen y sal. Escurrimos, y reservamos los  langostinos y su aceite.

Escurrimos la ensaladilla, la dejamos enfriar y procedemos a tunear la mayonesa.

Como tunear mayonesa:

La mayonesa industrial es un socorrido aliado para cuando tenemos prisa, para cuando necesitamos poca cantidad,  o  para cuando vamos a llevar los alimentos preparados  con ella de excursión y sin la temperatura adecuada. Dicho esto, la mayonesa industrial  tiene de mayonesa  lo mismo que yo: nada.

Es, para mi gusto, tan espesa, que más bien parece material de construcción. Y en su sabor, yo al menos,  no reconozco ni el del  aceite, ni el del ácido del vinagre, lima o limón. Así que, aligerándola con unas cucharadas de leche, conseguiremos darle la textura  de mayonesa casera  y añadiendo aceite muy sabroso y lima, limón, o vinagre, le daremos ese sabor más convencional a  mayonesa casera de toda la vida.

Importante:  el aceite que incorporé a la mayonesa fue el de confitar los langostinos, así que, ¡extra de sabor en este caso!

A mayores, para hacer nuestra mayonesa ya tuneada más chistosa, podéis  añadirle, como hice yo, unas gotas de salsa Perrins  y una cucharadita de mostaza. 

Y como la ensaladilla debe llevar siembre (siempre en mi rubia opinión, claro)  debe llevar algo crujiente que equilibre texturas,  os decía,  me decanté en esta ocasión por  unos trocitos de hinojo, que también  podrían haber sido  de apio o de simple cebolleta.

Y no queda mucho más que mezclar todos los ingredientes, colocar en recipientes  de nuestro gusto  y complementar y adornar con un langostino entero  y una cucharadita de huevas de  pescado para dar sabor a mar.

Os lo digo en serio, está ensaladilla está riquísima y se perpetra  en 15 minutos. ¿Quién da más?