Sopa Milagritos
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INGREDIENTES
Los que me seguís por aquí desde hace tiempo, recordaréis que otra de mis manías, también tan particular como el patio de mi casa, es clasificar a las personas en dos grandes grupos: Las personas de ojos naufragables y las personas de ojos navegables. Desde este sábado 31 de Marzo en que mi suegra nos dejó, sentí la necesidad de crear otra categoría para ella y como ella, una categoría superior, mejor aún, una categoría extraordinaria: la de las personas con ojos eternamente navegables.
Si digo que mi suegra era, ¡con mucho!, lo mejor de mi familia política, se que no ofenderé a nadie…sino todo lo contrario. Es una verdadera suerte y un no menos verdadero orgullo, ser hijo, nieto, biznieto, haber trabajado o haber conocido a una persona como ella.
A las bondades que de ella conocíamos, a las que sospechábamos, a las que intuíamos, hay que añadir las que ahora vamos leyendo en los ojos también navegables de los que con todo cariño, y me atrevería a decir que hasta con devoción, se acercan a su familia, para que tan primorosamente como ella cosía, vayamos calcetando retazos rescatados de tantas ajenas y anónimas vidas, al manto, que tejido con su recuerdo y con su ejemplo, abrigará y protegerá para siempre nuestras vidas.
Como gallegos que somos, lloramos por ella con las mismas lágrimas orgullosas que nuestra tierra regala. Lloramos con morriña y lloramos con “poalla”. Esa lágrima autóctona que nuestro cielo, generoso como ella, derrama. Lluvia igual que mi suegra. Lluvia que constante, serena y discreta, cala hondo, bien hondo. Y fertiliza tierras. Y fertiliza almas.
Son esas y no otras, las lágrimas que merece la persona de la que alguien te cuenta que a ella debe la carrera de sus seis hijos, y que lejos de lo que pudiéramos pensar, la eternidad de la deuda que siente es mucho más que económica.
Son esas y no otras, las lágrimas que merece la persona cuya desaparición causa que desde un remoto pueblo de Bolivia unos emocionados padres llamen para dar un pésame y agradecer las bondades de la persona para la que trabajaba su hija en España.
Son esas y no otras, las lágrimas que merece la persona que hasta los ochenta y muchos años dirigió con juvenil ilusión y cristiana esperanza a las Voluntarias de la Caridad, obra suya, y obra de verdadera beneficencia cercana, a la que dedicó inmenso cariño y esfuerzo y de la que será su dignísima sucesora Elia Gándara.
Son esas y no otras, las lágrimas que provoca que la persona que trabajó para ella durante 35 años, sienta que ha perdido a una madre, mientras confiesa el atesorado secreto de que aún casi a los 90 años y sin que nadie lo supiera, pagaba compra y farmacia de una familia necesitada y cercana.
Son esas y no otras, las lágrimas que ella merece. Lagrimas que ahora, a los que deja huérfanos, llenan el alma de ese paradójico y nutritivo guiso, mezcla de pena y felicidad, de alegría y tristeza y de auténtico y verdadero orgullo de haberla querido, admirado, compartido, vivido y disfrutado tan bien y durante tanto tiempo.
Ahora que ya no está, somos más conscientes, si cabe, de la suerte de haber sido sus hijos, sus nietos, sus biznietos, su yerno o sus nueras. De la suerte de haberla conocido, haberla admirado y de haberla querido, seguro que menos de lo que merecía, pero de haberla querido tanto.
En la vida, vamos encontrando diferentes tipos de personas. La mayoría somos personas ordinarias, (algunas, incluso de más).
En contadas ocasiones, la vida nos permite tropezarnos con personas extraordinarias. Y otras veces, las menos, quizá para que las apreciemos mejor, nos regala personas que son en sí y por sí mismas, un verdadero Milagro.
Personas que son un milagro de generosidad, un milagro de fortaleza, un milagro de compromiso, un milagro de fe, un milagro de entrega, un milagro de sacrificio por los demás y un milagro de amor. Y del amor difícil, de ese que se tiene hasta por quien no te quiere. De ese, del que en las situaciones personales y difíciles de su vida, que también las tuvo Milagros, supo también y siempre, dar buen ejemplo mi suegra.
Fue una de esas escasas personas, que a todas las virtudes milagrosas que podáis imaginar, sumó ese circense, “más difícil todavía”. Personas que añaden el ser capaces, (cueste lo que cueste),de ser siempre consecuentes con sus principios y consecuentes con sus creencias, y de serlo, además, en todas las decisiones y circustancias de su vida.
Mi suegra era un Milagro.
Era un milagro de madre, un milagro de abuela, un milagro de mujer, un milagro de persona.
Un Milagro en plural. Un milagro, ¡ hasta de nombre!.
A mi suegra,
Milagros Sanjurjo Aranaz.
Con todo el cariño y la admiración del mundo.
Descanse en Dios, descanse en paz.
SOPA MILAGRITOS
Esta receta, sin leer el texto que la precede, quizá no os parezca nada del otro mundo. Sólo si lo habéis leído podréis entender lo especial que desde ahora es para mi.
Es una sopa de mi casa, una de esas recetas familiares de siempre, que a una le han ido encasquetando casi desde el biberón.
A mi suegra Milagros, desde que hace años un buen día la probó en mi casa, no se por que pero siempre le encantó esta sopa mía.
Precisamente estos últimos dos meses en los que nada ya le sentaba bien y poco le apetecía, era lo único que a veces quería comer. Así que yo, mitad encantada de sentirme cocinera distinguida y mitad avergonzada por lo mucho, muchísimo, que me la agradecía, tengo por fuerza que dejaros aquí esta receta y tengo, además, que hacerlo en este post.
Si tenéis algún enfermo que no coma, probad a hacerla. Ahora esta sopa es ya su sopa, y como ella, ¡seguro que hace Milagros!.
Ingredientes para unas 6 raciones
1kg de carne de ternera, (morcillo, ossobuco, aguja), que como sabéis luego aprovecharemos para mil cosas….1 hueso de jamón ibérico2 puerros grandes4 zanahorias grandesTapioca2 huevos duros3 litros de agua y Sal
Aproximado proceder
Cocer 45 minutos en olla ultrarápida las verduras limpias y enteras, el trozo de carne y el hueso de jamón junto a los 3 litros de agua y la sal al gusto.
Pasado ese tiempo retiramos la carne, que vale, estará cocidilla de más, pero que reservaremos para cualquier preparación de aprovechamiento. Simplemente aliñada como el pulpo “a feira”, con aceite, pimentón y sal, ya está estupenda
La zanahorias y los puerros los batiremos en una buena turmix con el caldo suficiente para hacer una cremita de zanahoria, que con un sabor tan concentrado, también resultará estupenda.
El caldo restante, (si no necesita ser desgrasado), lo ponemos a hervir con dos huevos que se irán cociendo en el, y cuando hierva a borbotones espolvorearemos sobre el la tapioca. Yo le pongo algo menos del doble de la cantidad que el fabricante indica para hacer sopa.
El único truco es añadir la tapioca en caldo hirviendo, hacerlo poco a poco y revolviendo bien para evitar que sobre todo al principio se pegue al fondo.
En menos de 10 minutos pasará de blanca a transparente y estará hecha.
Retiramos los huevos, los pelamos y espachurramos con un tenedor y los añadimos a la sopa.
Y hoy, queridos que os guisáis la vida conmigo por aquí, hoy entenderéis que no tenga mucho más que añadir…. Guisándome la vida, Carmen Albo. Blog sobre gastronomía y cosas mías
41 comentarios
En la vida hay personas que pasan de largo….otras pasan dejando huella infinita….Siento mucha pena por la pérdida y doy un abrazo enorme a toda la familia. Pero a la vez les felicito por tener a un ser tan extraordinario llamado Milagros…..descanse en paz….
El lunes se lo comentaba a Gabriela. Yo siempre recordaré a la Tía Milagros por aquellas estupendas xuntanzas de prim@s que organizaba a veces en su casa de García Barbón durante nuestra infancia y aquellos deliciosos crepes que allí nos tomábamos. Un besiño Carmen
q palabras más bonitas carmen… seguro q hasta tu suegra se ha emocionado allá donde esté… un beso (y otro para coco)
Me has emocionado, Carmen.
Simplemente un beso y reconocer que apreciar la grandeza del prójimo nos hace grandes también.
palavras para que esta tudo dito sinto muito a tua perda 🙂
Querida Carmen, se me han llenado los ojos de lágrimas y tengo un nudo en la garganta, pues he revivido tus sentimientos personalizándolos y aplicándolos a algunos de los seres queridos que también he perdido… Ha sido realmente precioso, una lectura que aunque triste es deliciosa. Recibe un beso muy fuerte!!!
Mercedes.-
Qué bonito recuerdo le has dedicado Carmen!
Un beso fuerte
Leticia
Carmen: siento vuestra pérdida. Creo que habéis sido muy afortunados de haber podido disfrutar de una persona de esa altura y con esas grandes virtudes. Un abrazo.
Un abrazo!!
Carmen, como me ha emocionado tu reflexión !!!!. Es una suerte haber convivido con personas tan extraordinarias y lo has expresado como nadie. Menudo homenaje !!.Seguro que está recibiendo lo que dio en vida.
Un abrazo para todos los que estan compartiendo tu vivencia.
Carmen bonitas palabras y muchos ánimos y un beso fuerte, es que en estos momentos de recuerdos y de rememorar vivencias es cuando tenemos plena lucidez de la ausencia que nos dejan los nuestros.
Preciosas palabras dedicadas a tu suegra. Como bien dices el consuelo que os queda es pensar que habéis formado parte de su vida.
Un abrazo
Ahora te queda recordar cuan feliz era tomando tu sopa… Yo estoy recopilando todas las recetas que hacemos cada dia, mencionado a la persona que me enseñó esa receta, de tal modo que mi libro se titula «Recetas para comer con los amigos todos los dias» asi que los recuerdo cada dia esten o no a mi mesa.
Esta plato es sin duda «sopa MIlagros «y no sopa Milagros al estilo Carmen, con tu permiso. Un abrazo. Cris.
Gracias por compartir esa reflexión y comunicar tan bien el sentimiento de pérdida de alguien muy especial. Después de ese homenaje a Milagros la sopa parece más maravillosa todavía y desde luego pienso probarla uno de estos días. Estoy segura de que va a pasar a ser «fondo de armario» de mis recetas. Eres una especie de maga, que de una sopa sacas una crema, una carne a la gallega… Me he quedado impresionada.
Un abrazo
no tengo palabras, pero no hacen falta, porque sabes lo que siento.
un beso enorme a todos y mucho ánimo!!
Carmen, ante todo mi pésame por su la ausencia de Milagros y mi enhorabuena por haber podido disfrutar tanto tiempo de ella. Precioso obituario el tuyo, nunca pensé que la palabra «suegra» pudiese sonar tan dulce o que una sopa pudiese tener tanto amor. Un fuerte abrazo.
Carmen, ¿que decir cuando es tan difícil encontrar las palabras?. Que lo siento, de corazón, y que me has emocionado!! Nadie muere mientras permanece en nuestro recuerdo. Y por lo que cuentas, tu suegra es una de esas personas a las que es imposible olvidar. Un abrazo enorme para toda la famila y en especial para tí!!!
Lo siento. Ha sido muy emotivo leer esta entrada.Os queda su recuerdo y el de los buenos momentos vividos junto a ella.Un beso.
Que pena Carmen. Lo siento mucho. Muy bonitas tus palabras , me han emocionado. Eres muy valiente, yo no creo que sea capaz de hacer nada de esto público. Una entrada muy tierna con esa sopita tan buena…..a ver si mi padre la quiere, que lleva quince días que casi no come. Lo intentaré. Un abrazo para tí y toda la familia . Besinos.
Que bonito y nutritivo guiso Carmen, guiso nutritivo de cariño, admiración,morriña…
Tu suegra era todo eso y más que se suele decir.Efectivamente a veces la vida te pone en el camino a milagros como vuestra Milagros y ese encuentro se convierte en el mejor hallazgo. !! que suerte haber tenido uno sin salir de casa !! Comprendo y comparto vuestra pena pero también es verdad que nunca se irá del todo ¿verdad? Es lo bueno de las buenas recetas Un besazo enorme para los dos. AJo
Un gran abrazo Carmen, gracias a personas como Milagros la vida es algo maravilloso, solamente desear que el día que nosotros nos marchemos, podamos dejar una huella como la suya, vivirá siempre mientras haya alguien que la recuerde y tu con tu post, la has hecho eterna. Un enorme beso para ti y toda la familia.
Carmen,antes que todo un abrazo apretado desde el lejano Sur del continente americano para ti y tu familia.
Un lujo haber tenido a una mujer como ella…perdón a UNA MUJER con mayúsculas,como ella en la familia.A medida que iba leyendo iba «leyendo» la historia de mi abuelo.Quien harán 10 años sin él el 23 de junio,y que nos enteramos después de su partida que había comprado casa a una familia pobre que estaban por quedarse en la calle con el padre de familia y único sustento muy enfermo.Que le pagó todo lo necesario para que se recuperara y pudiera trabajar,y cuando ese hombre no conseguía trabajo,él mismo le dio empleo pagandole un salario aunque el hombre no lo quería aceptar por «todo» lo que había hecho mi abuelo por ellos.Para mi abuelo,el dinero no era importante si no había salud.Y eso pasó por la década del ’50 y nos enteramos en 2002,cuando el viejito(aquel hombre enfermo)se acercó llorando a mi madre para agradecerle.Porque además lo había ayudado a pagar estudios de los hijos,y «si los hijos son algo es gracias a Don Juan Pedro».Hijo de vascos mi abuelo,y yerno de gallegos…Vaya mezcla…Regia absolutamente,con códigos,sin aspavientos.
Siento mucho tu pérdida y la de toda la familia y esto, una ve mas, rompe el mito de «lo malas que son las suegras»
Un gran abrazo y enhorabuena por esa sopa que se nota riquísima y muy nutritiva.
Realmente siento y entiendo vuestra perdida. Yo también he perdido una suegra milagros con nombre de Carmucha, que solo desde que se ha ido nos damos cuenta de lo que llenaba con solo estar aquí, incluso cuando estaba enferma. Cuando cuido su jardín y lo lleno de flores me parece que ella está ayudándome. Ojala tu sopa milagros dé a muchísima gente el mismo placer que te ha dado a ti en preparársela y a ella en tomarla. Un abrazo.
Que suerte haber tenido una suegra asi!! personas de ese calado son un gran referente en la vida, mas si son cercanas..precioso tu homeneje escrito Carmen, desde el corazon, gracias por compartirlo!! un beso muy fuerte
Desde ayer llevo leyendo y releyendo vuestros comentarios… sin saber como contestarlos de la forma en que merecen.
Empezaré por la forma más sencilla: dándoos a todos de verdad y de corazón una y mil gracias por leer, compartir y tomaros la molestia de escribir en este muro. Muro que tratándose de Milagros, nunca será muro de lamentaciones sino muro de agradecimientos.
De los agradecimientos por haberla conocido, disfrutado y compartido, tanto, tan bien y durante mucho tiempo.
Gracias a los Anónimos, a Rebeca, a Rosaura, a Berta, a Linda, a Gaia, a Eva, a Elena, a Mercedes, a Rocío, a Cristina, a Alestedemadrid, a Arantxa, a Mariano, a Rosana, a los Collares de So, a Loly, (por favor, hazle esta sopa a tu padre y me cuentas), a Roberto, a María Alejandra, a Chary, a Cristina y a tantos otros que de forma privada, me habéis escrito por mail al recibir esta actualización de mi blog.
Gracias, una y mil veces por vuestras palabras y por vuestro consolador apoyo.
Como dijo uno de sus nietos, Pedro, al final del funeral de Milagros y en una intervención tan natural, emotiva y divertida como él: «nosotros estamos contentos y somos mejores sólo por haberla conocido y por poder seguir su ejemplo. El mundo es el que creo que ha salido perdiendo y hoy es un poquito peor…»
Me emociona teneros ahí y así…Tan lejos, tan cerca…
Un abrazo inmenso a todos!!
Siento una pérdida tan grande Carmen. Un beso para toda la familia y uno especial para tu marido por tener esa madre tan grande. Ahora cuando tenga que hacer un consomé como el tuyo, pensaré en tu sopa milagritos. Gracias por compartir .
Estos dias te vi ausente ,pero no pense que fuera por ese motivo tan triste, no sabes cuanto lo siento,pues se fue una GRAN persona,pero tb tuviste la suerte de tenerla a tu lado mucho tiempo y las experiencias vividas junto a ella no las olvidaras jamas.. Animo y Fuerza para ir superandolo poco a poco. Un abrazo muy fuerte
Conchi, Marian, gracias también a vosotras!! Por estar ahí, por leerme y por compartir emociones…esta vez más intensas que nunca.
besos a las dos!!
Carmenciña, mil gracias de todo corazón. Tus palabras me animan a reconocer aquí lo afortunado que soy: como hijo de Milagros y marido tuyo.
Gracias también a todos los demás por vuestros comentarios tan cariñosos y os deseo de corazón tengáis mi misma suerte, y por partida doble.
Gabriel
Siempre me gusta lo que escribes Carmen, pero en este caso hay tal carga sentimental, que a cada letra se le ve triste, admirada y agradecida.
Cuando se tiene la oportunidad de compartir la vida con una persona así, uno se siente afortunado.
Un abrazo para ti y para Gabriel.
Descanse en Dios. Descanse en paz.
Anónimo pero más conocido que ninguno…A ti no tengo nada que decirte, porque todo te lo he dicho en casa…
Bueno, me queda agradecerte que te estrenes en mi blog. Esperaste bastante, pero no podías haber dejado tu estreno para momento más emotivo y oportuno.
¡Vaya madre y vaya suegra que tuvimos!!
Juan Dominguez, eso es lo que sentía exactamente, y si he sido capaz de transmitirlo, me doy por satisfecha.
transmito tu precioso comentario a Gabriel.
Un beso!!
Acabo de leer el precioso escrito a tu suegra y me ha parecido sencillamente excepcional…como todo lo que haces, hace ya un tiempo que te sigo, en silenciio pero de cerca y de verdad que además de tenerme tremendamente enganchada a tus «historietas», tambien hace que me una ti todo lo que transmites como persona ya que me parece bastante dificil encontrar tanta calidad humana junta pero sobre todo te voy a describir con una palabra de esas que ya no se escuchan pero de las que definen genialmente a alguien como tú….»campechana» hasta decir basta…por tus consejos , tu cariño, tu dedicación, por tus ganas y por ese tremendísimo sentido del humor que desbordas he querido acordarme de ti y obsequiarte con un regalito…pásate por mi blog a «recogerlo»…un besazo enorme Carmen y no dejes NUNCA de sorprendernos de esta manera tan especial…;-))
http://conmdemarina.blogspot.com
(a ver si te funciona el link porque últimamente tengo problemas con él)
Querida con M de Marina:
Me has sonrojado los mofletes, (abundantes), y el alma, (espero que no escasa). No me has podido echar más piropos, piropos de esos que suben la moral, y el pavo….que no es poco mérito, a mi edad!!
No sabes como te agradezco este cariñoso premio bloggeril en estos para mi emotivos momentos
Un abrazo,
Me alegra saber que te ha gustado, de verdad, un abrazo de nuevo pero éste mucho mayor si cabe dadas las circunstancias emotivas, por cierto encantada «de conocerte», y como supungo que bien habrás intuido mi nombre es «Marina»(jeje), no sé si te has dado cuenta pero si no tambien te lo digo yo…que compartimos Ciudad!!!.
Bicos.
Lo primero Carmen, te acompaño inmensamente en el sentimiento por la pérdida de una persona tan especial.
Estoy segura que ese sentimiento de admiración que demuestras tener hacia tu suegra sería recíproco. Unas preciosas palabras hacia una persona que, como nos cuentas, ha sabido dar y vivir su vida al máximo. Sólo así se consiguen mantener en el recuerdo de las personas que han estado a tu lado vivencias tan bonitas como las de tu historieta.
Muchos besos y ánimos!!
Travi!!
Te echaba yo de menos por aquí…colorada por dentro y por fuera me pongo, sólo de pensar que las chapuzas solidarias que yo hago lleguen a la suela del zapato de mi suegra Milagros…Eso era ella Travi, un Milagro hasta de nombre y en plural!!
Gracias por tus reconfortantes ánimos…
Carmen,precioso y verdadero de principio a fin.Tuve la mejor abuela que nadie jamás pudo tener, bueno si, solo mis 8 primos la tuvieron tambien.He reenviado el Link a amigas de Madrid que no conocían a la abuela y las has dejado impactadas…he aprovechado para que vean también lo bien que cocinas. Un beso inmenso y mil gracias porque cosas tan bonitas dichas de la abuela queden escritas para siempe. Maria
Cuando hablaba de mis 8 primos me quise referir a mis 5 primos y mis 3 hermanos!!besos.Maria
María:
No sabes lo que me gusta que los más cercanos dejéis comentarios aquí.
Quiero pensar, como tu, que se quedan aquí para siempre, prendidos de ese hijo mágico con el que tu abuela con tanto primor cosía.
Un hilo que llega a ese cielo donde ella está y desde donde tirando de el, cuando quiera, podrá leer estos comentarios.
Me la imagino calcetando en su butaca en medio de una cocina de nubes como la del queso Philadelphia, mientras Santi Santamaría le prepara mucho mejor que yo, su sopa Milagritos…
Gracias por dejarle aquí tu comentario a la abuela.
Un beso enorme de tu tía Carmen!!