PASTA A LA CARBONARA VEGETARIANA
Imprimir recetaINGREDIENTES
- 500g de pasta integral
- 500g de setas de cultivo variadas
- 8 huevos
- 100g de queso pecorino rallado
- 100g de queso parmesano rallado
- pimienta negra recién molida
Como podréis imaginar, esto de la carbonara vegetariana no deja de ser un invento de rubia, o sea, mío, para comer pasta como sea, o, por lo menos, para comerla con menos «regordimientos» de conciencia.
La auténtica carbonara italiana, además de no llevar nunca, pero nunca jamás, nata, se hace con una especie de chacina de carrillera de cerdo llamada guanciale. En España, lo más parecido sería, quizá, una buena papada ibérica, o el socorrido bacon al que al final, todos acabamos recurriendo.
Así que si sustituimos el guanciale original por unas deliciosas y siempre disponibles setas de cultivo, compradas en mi frutería de cabecera, FRUTAS NIEVES. Y si además conservamos el resto de ingredientes originales: pasta, huevos, pecorino, parmesano, pimienta y sal, conseguiremos una deliciosa carbonara en versión vegetariana.
Si también utilizamos pasta integral en este caso de cultivo biológico, pues digo yo, que además de más sano, bastante menos calórico será… Y si no lo fuera, o fuese, como está buenísima, ¡disfrutada quedará!
Aproximado proceder:
Lavamos y secamos las setas de cultivo, en este caso, champiñón portobelo, setas shiitake y seta de cardo.
Las troceamos y salteamos en una sartén bien caliente. Al principio las pondremos sólo con sal y cuando suelten su propia agua y esta se evapore con el calor del fuego, añadiremos el aceite con un ajo muy picadito para que las setas se salteen en él.
Cuando estén ya hechas incorporaremos un chorrito de brandy y dejamos que se evapore. Reservamos.
Mientras, cocemos la pasta en abundante agua con sal.
Al mismo tiempo, en un recipiente amplio, batimos 3 huevos enteros y 5 yemas con los quesos pecorino y parmesano rallados. Añadimos pimienta negra molida y mezclamos todo bien.
Una vez ya templadas las setas, las incorporamos a la mezcla de huevos y queso y ya sólo nos quedará incorporar la pasta con, (y esto es muy importante), algo de agua de su cocción.
NOTA: Si utilizamos queso pecorino, hay que ser más prudentes con la sal pues es un queso bastante salado. De no encontrarlo facilmente, podemos sustituirlo utilizando sólo parmesano.
Una vez la pasta está al dente, la escurrimos sin mucho cuidado y la incorporamos a la salsa espesa de huevo y quesos. Revolvemos bien y añadimos un vasito pequeño, o algo menos, de agua de cocción de la pasta. Esto es lo que le dará untuosidad y la dejará más jugosa.
Servimos y decoramos con un poquito más de parmesano rallado, algo más de pimienta molida y alguna hojita verde para decorar.
1 comentario
Muy interesante vuestro punto de vista.
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Un saludo.