MEJILLONES BRETONES
Imprimir recetaINGREDIENTES
- 1,5 K de mejillones de las Rías Gallegas
- 1 cebolla dulce
- 1 ó 2 dientes de ajo
- 1 vasito de vino blanco
- 2 yemas de huevo
- 1 brick de nata líquida (para montar)
- 2 patatas amarillas grandes
- Aceite, tomillo, laurel y agua. (Sal, NO)
- Perejil o cebollino para adornar
Tras un cierto paréntesis temporal causado por razones varias, (desastre informático incluido), reaparezco con una receta de esas sorprendentes, que en cierta manera, espero compensen mi ausencia.
Estos mejillones bretones, como los he rebautizado yo, están muy, muy, inspirados en un blog amigo y de influencia gallego-francesa: El Mundo de Miss Slower. Este es un blog que sigo y que no tiene desperdicio. Aunque no sea de esos blogs, en los que la imagen y la organización ya son un atractivo en sí mismo, este es un blog de verdad, un blog que como su autora, cuida menos los detalles externos, pero es sabroso, generoso, sustancioso y muy disfrutable por dentro. Dicho queda.
Ni que decir tiene, sigo siendo consciente de que os debo la segunda parte de la historieta, «La edad y la red, una realidad preocupante» y la receta del pollo a la moruna, (mi receta de pollo facilón preferida). Pero como Jack el destripador, vayamos por partes y empecemos por atacar la receta de mejillones bretones. Son una delicia. ¡De verdad!
MEJILLONES BRETONES CON PATATAS FRITAS
En determinadas partes de Francia, y sobre todo en Bélgica, los «moules avec frites», o mejillones con patatas fritas, son más populares que la tortilla y el gazpacho juntos, en verano en España.
Que esta combinación no sea típica en nuestra cocina, no quiere decir que no sea todo un exitazo culinario que por supuesto hay que emular, (en cristiano, copiar)
A mi me habían hecho gracia hace muchos años cuando los probé por tierras belgas, pero para que os voy a engañar, me gustaron mucho más los míos. Además, mis mejillones, ¡sólo faltaría!, eran gallegos, gordos y sobre todo, ricos. Criados en nuestras Rías que algo tendrán que los convierten en los más sabrosos del mundo.
Aproximado proceder
Lavamos y quitamos las barbas a los mejillones.
Los abrimos en una tartera a fuego fuerte con laurel y tomillo, pero sin añadir nada de agua ni sal. Soltarán bastante jugo, ya salado, que reservaremos.
Según se vayan abriendo los mejillones los retiraremos. No conviene que cuezan de más, porque luego los calentaremos de nuevo con la salsa.
Retiramos una parte de las conchas y los dejamos más practicables.
Colamos el jugo que hayan soltado y lo reducimos a la mitad.
Mientras, en una sartén grande, pochamos la cebolla y el ajo.
Cuando esté pochada la verdura, añadimos el vino y dejamos evaporar su alcohol a fuego fuerte.
Añadimos la nata y el jugo reducido de los mejillones y dejamos cocer todo junto unos 10 minutos a fuego lento.
Es importante comprobar el punto de sal que tenga el jugo de cocer los mejillones. Si estuviese muy salado, usaremos sólo la cantidad necesaria para aportar el toque de sal a la salsa. ¡Ojo con no pasarse en el punto de sal!
Pasamos la salsa por la batidora, en ese momento añadimos las dos yemas y reservamos.
Si los mejillones están aún templados, podemos disponerlos en la fuente con las patatas fritas y cubrirlos con la salsa ya triturada y bien caliente
Si preferimos, podemos colocarlos en una fuente o cazuela de barro, cubrirlos con la salsa y darles un «calentón» a todo junto.
Las patatas pueden servirse con los mejillones, o aparte, según os guste más.
Y, lo de siempre….¡Ya me contaréis!
Aunque insisto, esta es de las recetas sorprendentes, facilonas y diferentes.
Guisándome la vida, Carmen Albo. Blog sobre gastronomía y cosas mías
15 comentarios
Que ricos carmen, una pregunta, los mejillones los abres en la tartera sin nada de agua? me soprende, no se queman o se pegan?
Que recta tan maravillosa, me ha encantado en cuanto compre mejillones lo hago, muchas gracias, besos!
Anónimo, yo nunca les pongo nada de líquido para abrirlos al vapor. No se pegan porque ya sueltan ellos su propio jugo y quedan mucho más sabrosos porque no dejan sabor en el agua de cocción. Prueba y verás.
Encarna, ya verás como te gusta. Queda aún más rica de lo que parece.
Una receta que he probado muchas veces y me encanta.
A ti te han quedado geniales, de verdad, felicidades.
Un besito.
Gracias Carmen por tus comentaros acerca de mi blog.Se intenta,se intenta…habrá que mejorar la presentación y la organización como tu dices aun cuando igual si me pongo con el tema dejaría de ser yo…jajajaja . Besos Rubita.
María Teresa, el mérito es de la autora original de la receta y ya citada en el post. Yo sólo simplifiqué algo el proceso. En cualquier caso, el resultado es delicioso y diferente.
Una forma nueva de comer mejillones, que buena falta hace, por lo menos a mi…
Teresa…imposible que dejases de ser tú. Lo mejor de tu blog está dentro y hay que revolver para encontrarlo..habría que ponerlo algo más fácil para que mucha más gente descubriese tu blog.
Unos mejillones de primera, la proxima vez los haré asi, se ven deliciosos, bicos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Bravo la próxima vez que viaje a Francia haré la receta…pero con moules…no mejillones.
Esto no me impedirá hacerla con los MEJILLONES GALLEGOS…besos
Viví, ya me contarás que te parecen, pero creo que ya dije yo que son deliciosos, ¿no?
Esperanza, pues a ver que te dicen los franceses de la versión galaica de su receta!!
Ya me contarás…
eres una fenomena y además guisas para personas que la cocina nos gusta pero no somos disciplinadas sino anárquicas un saludo y te sigo
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