Me consta que os debo una historieta con el final de la aventurilla de los concursos de la vida, que dejé sin terminar, y otra, que me gustaría fuese muy especial, para celebrar que en menos de 4 meses somos más de 1.000 almas en Guisándome la vida Facebook.
Admitir y reconocer publicamente estas deudas, sirve en mi improvisado orden vital, como fórmula de compromiso que luego no puedo romper, aunque si, y como bien veis, alterar a mi conveniencia de forma amplia y generosa.
Los que me seguís habitualmente, sabréis que semanas atrás decidí que cuatro historietas al mes eran mucho para mi tiempo y para mi capacidad de generar cuento, (que dicho sea de paso, no es precisamente poca), y que más o menos estas historietas vendrían a ser aproximadamente unas dos al mes. Pues una vez dicho esto, y desde ese mismo momento, como es habitual en mi, se me acumulan las historias pendientes de contar. Algunas, incluso, paradojicamente han caducado.
En cambio, o a cambio, que no es lo mismo pero da igual, prometí subir más recetas con la única y sana intención de llenar la despensa de este supuestamente gastronónico blog. Hasta aquí más o menos he cumplido.
Pero hoy estoy aquí, y espero y deseo que como excepción, con historieta y sin receta.
A mi las alegrías, la felicidad y también aunque por motivo distinto, las preocupaciones, me dan mucha más hambre, y digo mucha más, porque mucha ya es de por si mi natural.
Hasta la fecha, además de unas pastillas que se llamaban Reductil y que me dejaban mustia como una acelga, lo único que de forma natural me ha quitado el hambre son las penas.
Y pena precisamente es lo que siento hoy.
No sabía si compartirla, si no…Y como hago siempre ante situación de duda existencial, pienso en si creo que mi acción va a agradar a los que tiene que hacerlo, después, en si me agradaría a mi de estar en la misma supuesta situación y si las dos respuestas anteriores son afirmativas, entonces me dejo llevar por mi intuición.
Como veis, el método, científico donde los haya…. honesto y sentido como pocos. Eso sí.
En memoria de mi muy querido ciberamigo Nacho
Como no sé si cuando uno se va, agotado y honrado por haberlo peleado todo, puede seguir leyendo su correo, se me ocurrió, Nacho, que a ti que te gustaba tanto este blog, te gustaría leerme aquí.
No se si en ese cielo, que quiero creer que existe, tenéis conexión a internet. Imagino que si. No sé que ancha será la banda celestial, pero sí la terrestre, y en los anuncios, ya anda por 20 megas, vértigo me da pensar a la velocidad que estarás navegando por ahí arriba.
Fuiste, y creo que yo para ti también, todo un ciber descubrimiento. Tú empezaste antes que yo con tu blog, aunque tu inesperada enfermedad te obligase pronto a tomarte un descanso. Ahora, que con gran pena y nostalgia vengo de revolver en él, veo que soy tu admiradora número tres. ¡No sabes como me enterneció saberme allí desde el principio!. Anduve también revisando tus primeras aportaciones en este blog, Nacho, y algunos de los emails que nos mandamos, y me entró, lo que solo los gallegos como tú y como yo, entendemos como verdadera, auténtica y galaica morriña.
En uno de ellos, cuando aún estabas peleando como un jabato, me decías : «Me has emocionado y me has hecho llorar, c….. a mí y mi mujer»… A lo que yo respondía: » Pues anda que tú a mí….»
Y así, siempre por escrito, entre emociones, lágrimas y risas, (que vaya pluma, vaya labia y vaya discurso florido, divertido y optimista que tenías), fuimos leyéndonos los primeros meses de tu enfermedad.
Me contabas que la quimio te estaba quemando el paladar, mientras navegabas entre estas comiditas, contabas los días en que volverías a recuperar el gusto por la cocina y por la vida, y hacías proselitismo de este blog entre tu hija y sus amigas…
Después, se fueron espaciando tus mails y tus contestaciones y tus tiempos pasaron a ser marcados por tu enfermedad.
Y te hice una promesa que con gran dolor de mi corazón ya no podré cumplir. Habíamos quedado en celebrar en Vigo y en mi casa tu recuperación. Vendrías con tu mujer, de la que siempre se filtraba tu admiración en nuestras cartas, y tú escogerías menú y compañía. Creo que no hacía falta mucho para imaginar la mesa, y te prometo que siempre tuve en mente varios de mis mejores menús para que eligieras.
Que sepas que si alguna vez consigo ser tan buena y tan valiente como tú y llegamos a encontramos en donde ahora estás, te aseguro que cumpliré mi promesa. No sé si las cocinas celestiales estarán entre nubes, como las del queso Philadelphia, pero ya me las apañaré yo para guisarme la vida, donde y como sea.
Tampoco sé hasta donde pudiste leerme, Nacho, ni hasta donde pude yo animarte o entretenerte, pero no quiero dejar de decirte que durante todo este aciago y largo tiempo, me acordé mucho de ti y de toda tu también sufriente familia.
Las palabras que se atrancan en el horno del alma y las lágrimas que no se derraman, tienen muy mal metabolizar. Al final, las palabras y las lágrimas no derramadas, acaban cristalizando y en su caída, rasgan doblemente los músculos del alma…
Releyéndote ahora, Nacho, releyendo tu optimismo, tus piropos, tus ocurrencias, tu ironía, tu inteligencia, y sabiendo con la valentía y la fuerza con la que al mismo tiempo luchabas, ya no me sorprende que por mail, también se pueda llegar al alma….
Para Nacho:
Que estará en el cielo, navegando con la banda más ancha que soy capaz de imaginar, esperando a que su Celtiña vuelva de una vez a primera.
Con todo mi cariño, para él y los suyos.
Descanse en Dios. Descanse en Paz.
Guisándome la vida, Carmen Albo. Blog sobre gastronomía y cosas mías
29 comentarios
Maravilloso Carmen. Te has lucido como nunca. Estoy segura de que a Nacho le encantaría. Has dejado un buen recuerdo para todos.
Acabo de saber de la existencia de Nacho. de su paso por la pista central de la vida y de su salida imprevista de ella. No le conocí. Ni siquiera me había acercado a este blog alimenticio cuando él era un avezado descubridor de recetas y personas. No conozco nada de él, pero hoy, leyendo la dedicatoria absolutamente coronaria de Carmen, estoy seguro de que fue un gran tipo*. No podía ser de otra manera si, como apunta su hagiógrafa, era i´ronico, ocurrente, optimista e inteligente. No sé cuando subiste a la barca de Caronte,. No me apenas tú, que habrás llegado al Hades, me apenan los tuyos que perdieron a un tipo genial.Tú no descanses, sigue desde donde esté mandandoles buen rollo…Ya descansarás cuando lleguen todos ellos allí.
R.C.
* utilizo este término que, para mí, alcanza un valor más elevado del de persona.
Me quito el sombrero por la elegía y ya entiendo los truenos de hoy en Vigo. Un recuerdo para Nacho y un abrazo para Carmen.
Carmen, me has emocionado, admiro la forma de expresar sentimientos y la manera que tienes de manisfestarlos escribiendo, los considero una cualidad a envidiar. De lo que cuentas queda poco más que decir, me quedo con algo que hago mío y que a mi modo, seguro usaré, no sé si con las mismas palabras, pero sí con el mismo significado: «Las palabras que se atrancan en el horno del alma y las lágrimas que no se derraman, tienen muy mal metabolizar…..»
Muy bonito Carmen. Desde la foto hasta el último punto.
Esta vez la receta la has hecho con las palabras y como siempre te ha quedado excelente.
Pero éste es un plato especial, que consigue unir Cielo y Tierra y cuyo buen gusto perdurará mucho más que cualquiera de los que has publicado hasta ahora.
Estoy seguro que alguien también se estará relamiendo en el Cielo.
Un abrazo.
desde lo más profundo, estamos todos con la familia de Nacho….
Amigas como tu son las que queremos todos los mortales.
Gus
Carmen, me has emocionado. Hay que hacerle llegar este bonito ciberhomenaje a su mujer e hij@s. Me consta que él te tenía mucho aprecio y que solía ensalzar con «Pimpinela Carmesí» la desbordante simpatía e ingenio de «la rubia». Yo también le tenía un gran cariño y como tú quiero pensar que desde «allá arriba» nos estará leyendo.
Que triste.Imposible no emocionarse.No te equivocaste al decir dedicarle este precioso homenaje. Creo que a todos nos gustaría que nos lo hicieran.un beso.magoya
Carmen: Yo que conocí a Nacho y que he compartido muchas cosas con el, me quedo embargado con tus bonitas palabras. Estoy seguro que a través del ancho de banda celestial seguirá viendo todos nuestros movimientos. Descanse en paz
No dejan de impresionarme vuestros comentarios, y como podemos encontrar en este cibermundo a desconocidos a los que nos atan sorprendentes emociones comunes.
Algunos no me conocéis a mi, otros ni a mi ni a Nacho, y sin embargo ahí estáis…Diría que casi puedo tocaros y de alguna forma adivinaros
Entiendo y comparto el concepto de R.C de «gran tipo».
Me impresiona la brevedad tan gráfica y tan cercana de CJC.
Me emociona que una historia haga que María José se lance a escribir en un blog por primera vez mientras se reconoce en frase ajena
Que Ignacio, (que por su referencia a la foto no se si es Ignacio conocido), me diga que la receta de hoy me la guisé con palabras y que con ellas juegue para hablar de cielo y tierra donde en cocina hablaríamos de mar y montaña, me conmueve.
Que D. Chiringo que sabe de pérdidas de este valor se una a este humilde homenaje, también
Que Gus, hoy, aquí y así me piropee
Que Magoya se emocione, que Xela esté ahí incondicional, como siempre
Y que Rebeca, que junto a Pimpinela Carmesí, conocían y querían mucho a Nacho, le haga llegar este honesto y sentido homenaje a su mujer e hijos…Por una vez y sin que sirva de precedente, me deja sin palabras.
Y quiero creer que desde allá arriba, nos estará leyendo…
Un agradecidísimo abrazo a todos.
Carmen: una buena cocina como la tuya debe contar entre los sabores que se confunden un punto amargo para hacer el guiso humano y creíble. Un beso.Magdalena
Carmen siento mucho lo de Nacho, yo lo acabo de conocer ahora con tu preciosa despedida, pero si los «amigos de mis amigos…» me uno a ti en el homenaje.
Yo no tuve el gusto de conocerle, pero siento su muerte y el vacío que ha dejado.
Carmen, muy buen homenaje, precioso, seguro que si, que en el cielo hay una banda ancha, ancha, que puede llegar a todos los corazones
Que tu, Guillermo, que eras uno de esos privilegiados amigos del alma de Nacho, también creas que estará navegando por toda la ancha banda celestial me tranquiliza y me consuela, o mejor dicho, probablemente nos consuele a los dos.
Que Magdalena, precisamente, Magdalena, con lo que se de su experiencia y su vida, comparta aquí la mejor receta y mayor y propia lección de cocina de la vida… me conmueve hasta las entrañas
Que Loli, y Chary se emocionen sin conocernos y se tomen la molestia de expresar sus sentimientos, también.
Y que R.C con ese segundo comentario, que cuanto más vuelvo a leer más sentido y mágnífico me parece, esté conectando aquí de alguna forma con Nacho, me vuelve a emocionar.
Yo que no conocí a Nacho ni, apenas a Carmen ni a ninguno de los que firman pesarosos esta linda despedida, quiero también sumarme a este homenaje.
Ni una dura enfermedad ni la muerte misma son el final del camino. Queda el legado, elegante y digno que aliñará nuestro presente y nuestro futuro con la fuerza de su fortaleza.
Leyendo estos comentarios, tan sentidos y tan francos estoy seguro que fue un gran tipo.
Un fuerte abrazo para el que se fue.
Un fuerte abrazo para los que quedan.
Y una gran alegría por ese regusto a paz que ha dejado en nuestros corazones.
Navega Nacho, sin temor, que siempre quedará tu estela en la mar.
Descanse en paz.
» Algo se muere en el alma cuando un amigo se va…». Y es así… desde que nos hemos enterado de tu marcha, todos tus amigos y amigas estamos huérfanos: De tu verbo fácil, preciso y ameno. De tu naturalidad y simpatia. De tu inteligencia y bondad… en fin la lista seria interminable. Tuve el privilegio de tropezarme en mi camino diario contigo y lo que en un principio era un camino solitario se convirtió en el placer de conocer a una de las mejores personas que he conocido en mi vida.Una persona entrañable, gran conversador, gran lector, que me asesoraba sobre los libros que leia. Un ser humano excepcional con el que hablé sobre todo.(Creo recordar, que tocamos todos los temas ) Una persona respetuosa, de personalidad arrolladora, que tenia el carisma de ser auntentico y sencillo en su trato. Desde tu maravilloso blog, quiero unirme a tu cariñoso homenaje a NACHO, y volver a reiterar a su admirada y querida familia, el dolor que a todos lo que le conocimos, nos produce su temprana pérdida. Con los ojos navegables ….. Siempre te recordaremos NACHO:
Anónimo 1, si mi intuición no me engaña, sabiendo quien eres, agradezco aún más tus palabras.
Tu más y mejor que nadie sabes de la fragilidad de la vida.
Si llegamos a cruzarnos antes, hubieseis tenido tardes de gloria dialéctica
Anónimo 2:
Veo que además de enumerar las virtudes de Nacho y de describirlo perfectamente, hace algún tiempo que me lees. Por lo menos desde «los ojos navegables….». Y ahora que tu me lo recuerdas…
Nacho era de ojos Navegables.
Navegables hasta el infinito,
para perderse en ellos.
Para encontrarse siempre…
Nacho no podía imaginar poder escuchar, desde donde esté, unas palabras mejores que las que tu has escrito.
Carmen, como en otras ocasiones -aunque no lo haya comentado- me has emocionado y siento mucho lo de tu amigo. DEP 🙁
Exactamente, era así…. .No has podido describirlo con palabras más hermosas y más apropiadas.
Soy la anónima 2 y creo que en esta vida es un lujo tratar con amigos como NACHO : incisivo, divertido, generoso y con la mirada acuosa del cariño a flor de piel.
No es ninguna casualidad ver como a todos los que tuvimos el privilegio de conocerle, nos une en este emotivo homenaje, todo el cariño que nos inspira recordarle.
Si hay algún lugar llamado Cielo,no dudo que
estaria destinado a personas tan maravillosas como él.
Un abrazo muy fuerte….con todo mi cariño de amiga: Marisol.( Boadilla del Monte).
¡¡¡¡¡MIL GRACIAS POR ESTE POST,CARMEN!!!!
Yo también conocía a Nacho, aunque más especialmente através de su hija Elena. Yo le recuerdo con gran sentido del humor. Recuerdo riéndome para mi misma cuando llamaba a Ele tras una noche de juerga con llegada a las 7,30 de la mañana y cogía nacho el teléfono. Con mucha gracia decia “Quién?? Elenita siete y media??” y siempre venían después los gritos de ele enfada con su padre. A mí me hacía mucha gracia. Solo con su tono de voz ya me alegraba el día, me contagiaba la risa y me ponía de buen humor.
Aunque no le he conocido tanto, sé que ha sido un gran tipo por la personita tan increíble que ha hecho y a la que quiero con locura. Seguro q Marian, Ignacio, Iria y Ele llevan muchos nachos dentro de sí mismos y podemos seguir disfrutando de él a través de ellos.
Rafa, Marisol, Cris, También mil emocionadas gracias a los tres.
Al que no lo conocía de nada, a la que lo conocía de todo, y a la que lo conocía desde la perspectiva diferente de quien adora a algo suyo: una hija.
Y para todos los que habéis escrito aquí, os diré que ayer en el funeral de Nacho su hermano me pidió que leyera este post, cosa que hice con gafas prestadas y un nudo en la garganta solo comparable al que tuvo Carlos, primo del alma, y amigo del mismo sitio, cuando leyó y comentó todos vuestros commentarios.
Las lágrimas que no se derraman, tienen muy mal metabolizar en las personas, sobre todo en las que son humanas. Al final, palabras y lágrimas acaban cristalizando, y en su caída, rasgan doblemente los músculos del alma…
Ayer se derramaros muchas, muchas lágrimas…
He leído con atención y emoción este llanto agradecido y me alegra que alguien haya dejado esa huella tan honda.
A veces las personas que arrastran pesarosas enfermedades nos dan lecciones de fortaleza y de dignidad.
Desde muy lejos os envío a todos un fuerte abrazo.
Y a la familia uno muy especial.
Después de las lágrimas llegarán las sonrisas satisfechas por una vida que valió la pena.
Descansa en Paz Nacho
Querida «Rubia», como te llamaba Nacho, muchas gracias por haber sabido entonar tan bello panegírico en su honor. Te conozco a través de sus comentarios y se lo que te apreciaba. Te he seguido desde el anonimato y tomada buena nota de muchas de tus recetas que comentaba posteriormente con el.
Los que si hemos tenido el placer de haberle conocido y compartido tantas cosas sabemos que si hay Dios, no le vamos a perdonar que nos haya dejado huérfanos.
Carmen … no te vi hasta ahora ….y lo menos que puedo hacer es acompanarte en el sentimiento …y de alguna manera acompañar a los que quedan …con sus recuerdos …con nostalgias… pero con la certeza que el sigue en cada palabra escrita …en cada palabra dada…esas se graban en el corazón y acompañan por siempre!!…el amor traspasa todo .. todo lo puede… a todos llega y nunca se acaba
´Carmen, permíteme volver tu blog, para cumplir el encargo que me han hecho Asun y Tomás, de expresar su sincero y hondo pesar, a su querida y admirada familia, por la ausencia de NACHO. Ellos son un sencillo y encantador matrimonio octogenario, que compartió también caminatas y animadas charlas por este monte de Boadilla y me definian su encanto y sensibilidad, con estas sencillas palabras: «Era una buena persona»… Marisol
Pito, tu mejor que nadie, sabes de las lecciones de vida que nos dan los que con fragilidad la viven.
Creo como tu bien dices, que después de las lágrimas llegarán las sonrisas satisfechas por una vida que valió la pena.
Ojalá que esa espera no se haga tan larga ni tan dura como este interminable invierno.
Anónimo, seguro que intuyes lo que siento que no tengas ya comentarista para estas recetas.
Espero que en esta orfandad tan injustamente sobrevenida,virtualmente y juntos, siempre le recordemos cuando por aquí se guisen platos de su especial agrado.
Adriana, gracias por tus sentidas palabras desde el otro lado del océano…Hay cosas para las que no hy distancias…
Marisol, envíales a Asun y Juan un abrazo emotivo y compartido desde este Blog. Quizá haya que ser como ellos octogenario para saber lo que escasean las buenas personas como Nacho.
Mi tío Nacho, como todas las personas brillantes, no alababa a cualquiera. Y sin embargo, me consta que por la persona a quien llamaba la Rubia sintió una gran admiración y un sincero aprecio que compartió con su familia.
Carmen, yo me siento agradecido por tus palabras, pero tú deberías sentirte orgullosa.
FZF
FZF:
La admiración y sincero aprecio, como podrás imaginar era mutua, y aunque no se si te parecerá un paradójico disparate, sigue viva y creciendo.
Y si, si que de alguna manera me siento orgullosa, aunque no tenga mucho más mérito que cierta facilidad de palabra, y la edad y experiencia suficiente como para saber que las palabras no dichas y las lágrimas no derramadas, tienen muy mal metabolizar y al final, acaban rasgando doblemente el alma…
Lo que si me alegró, y mucho, es que mis sinceras y sentidas palabras arrancasen una nostálgica sonrisa a quienes más difícil tenían en aquel momento sonreír…
Un abrazo muy fuerte para ti,F.