POLLO AL AJILLO JUGOSO

Recetas de pollo al ajillo, hay muchas, pero la receta de pollo al ajillo jugoso que os traigo aquí hoy, es la que a mí más me gusta de las las muchísimas (como dos o tres y para no exagerar ) que me he animado  a perpetrar.

Así que con mis ingredientes favoritos y sin harina,  os voy a dejar aquí mi receta de pollo al ajillo jugoso perfecto. Y para acompañarla,  una riquísima ensalada de espinacas baby muy bien atusada con el aliño de una auténtica ensalada César.

Sólo añadir que esta es mi primera receta del mes para mi supermercado GADIS y que, como siempre os digo, allí podréis encontrar todos los ingredientes para realizarla.

 

Aproximado proceder:

Pollo al ajillo jugoso:

Pedimos a nuestro carnicer@ de cabecera, en mi caso cualquiera del supermercado GADIS  más cercano a mi casa, que nos trocee el pollo campero para cocinarlo al ajillo.  Personalmente, también pido que le retiren la piel para que resulte menos graso.

Como plan B,  si la pechuga (la de pollo) os resulta demasiado seca, podéis comprar el troceado de pollo campero de COREN que ya viene en bandejitas y trae cortes más jugosos para hacer al ajillo.

Como plan C,  podéis comprar cuartos de pollo campero (zanco y sobrezanco) y pedir al carnicero que os los trocee «en modo ajillo».

En una cazuela amplia disponemos de unos 250 ml de aceite de oliva refinado  mezclado con aceite  Virgen y a ese aceite incorporamos unos 12 dientes de ajo un poco espachurrados para que suelten todo su sabor y unas ramitas de tomillo. Encendemos el fuego y dejamos que se confiten con cuidado de que no se nos quemen. Cuando estén blandos  los retiramos y los reservamos.

A continuación,  añadimos al aceite caliente los trozos de pollo y más ramitas de tomillo. No se trata de dorar o sellar sino de freír. Así que el pollo tiene que quedar perfectamente hecho y doradito por fuera.  Será necesario mover un poco los trozos durante la fritura par que se hagan por todas partes. El tiempo aproximado de fritura será unos 13-15 minutos. Si el pollo no está muy dorado, retiramos todo el aceite y dejamos que coja algo más de color.

 

¡Ojo! Es importante no exceder el tiempo de cocinado para que no se nos seque el pollo 

Con el pollo ya casi hecho y retirado todo el aceite sobrante (que reutilizaremos para cualquier guiso o sofrito) añadimos  los ajos reservados y el vaso de vino de jerez. Dejamos que se evapore el alcohol y que se reduzca el vino hasta que nos quede aún algo de salsa en la cazuela. Para aumentar al final la salsa, añadiremos  un poquito de agua y de vinagre que se mezclarán  con el jugo sobrante. (El vinagre, le da un plus)

Servimos el pollo en una fuente, acompañado de sus ajos y, muy importante, vertiendo la salsita sobre los trozos.

Ni que decir tiene que unas patatas fritas serían el acompañamiento soñado y perfecto, pero como la operación bikini está en ciernes, vamos a acompañarlo de una ensalada de espinacas baby que, para mí, es la mejor forma de comer espinacas cuando empieza a hacer calor, vislumbro de lejos la playa  y dejo de poder soñar con bechameles.

 

Ensalada de espinacas:

Disponemos las espinacas baby en un recipiente  amplio. 

En una batidora mezclamos: una yema de huevo  cruda con una lata de anchoas pequeña y su aceite, un chorro de lima o limón y  50grs  de queso Grana Padano en trozos . Una vez mezclado, añadimos poco a poco el aceite  hasta conseguir una salsa  emulsionada a nuestro gusto.

Añadimos la salsa a las espinacas, removemos bien  y dejamos que se marinen un poco antes de comerlas para  que pierdan el «exceso de  verdor».  Añadimos pimientas molidas.

Y con esta ensalada de espinacas, más  el pollo al ajillo, ya tenemos una comida o cena, tan deliciosa como equilibrada y completa.

¡Y ya me contaréis!…