Los mejores huevos rotos del mundo. Historieta, ¡primer cumple de este blog!

Hace ya más de cuatro meses que no escribo una receta con historieta en el blog. La última, la de mi cumpleaños el pasado 14 de julio, trataba, si no recuerdo mal, sobre el sobrepeso de los años, las arrugas de la vida y los liftings del alma.
Nunca pensé que podría dejar pasar tanto tiempo, y sin embargo y como tantas otras cosas en la vida, ¡¡vaya si pueden pasar!! ¡¡Y vaya si pasan!!
Y como pasaron tantos días y tantas cosas, y como sucede normalmente en esa misma vida, llegó otro cumpleaños, en este caso ¡¡ el primero y el de este blog: guisándome la vida!!.
Al tiempo y para alcanzar números redonditos, (casi tanto como yo), ¡¡¡¡ llegaba a 2.000 seguidores en facebook !!!!!. Sin hacer nada especial, sin valorar estadísticas, sin cuidar las hora ni los días de publicación de mis posts….Incumpliendo, vaya, todas las reglas del bloguero aplicado, pero eso si, sin más méritos que ser yo misma y hacer con mi cibercasa lo que me ha dado la gana.
Aunque parezca que hace mucho tiempo, de esta ventana o de la de mi alma, (a veces creo que las confundo), han salido algunos post a los que tengo especial cariño. Los dedicados, por ejemplo, a mi abuela Romana , o a sus lacones. Quiero pensar que por haberlos publicado en este medio tan cibersideral, habrán ido flotando y flotando hasta el infinito y más allá….Y también le habrán llegado a ella. ¡Qué gusto me da pensar lo que se habrá reído!
Pero a lo que íbamos……Había prometido hace ya muchos soles, que diría yo si fuese indio, (aunque sin serlo, hacerlo, lo hago estupendamente), decía que había prometido a Sol, seguidora incondicional e inicial de este blog un post sobre los aires, los vientos, las corrientes, las galernas o incluso los huracanes que ha provocado en mis redes del alma esta nueva experiencia de escribir y publicar en un medio tan indefinido e infinito como este, lo primero que se me pasa por la cabeza…o por sus antípodas. (¡Qué no se que será peor!)
…..¡Y aún habrá infelices que confíen en mis plazos!
Y volviendo a la historia prometida hace ya tiempo a Sol, que me sigue y escribe desde el comienzo de este blog y que pasó de ir a comprar con antelación los ingredientes de mis recetas de navidad, a tenerme, según me contaba, emocionaba y emociona, como página de inicio en su ordenador desde el que me lee, cuando puede, en el proceso de una durísima enfermedad de la que habla sin reparo, sin complejo y lo que es aún más admirable, sin compasión alguna de si misma.
¿Cómo explicar esa conexión con alguien que no conozco de nada?. Alguien que no se donde vive, ni cómo es, ni que edad tiene. Alguien que no se a que se dedica, ni si tiene familia, ni si es alta o baja, guapa o no tanto, pobre o rica. Alguien de quien puedo afirmar que no se nada, y a la que, sin embargo, intuyo y siento mucho más próxima y cercana que a otras personas con las que he pasado, (y perdido), mucho más tiempo en mi vida.
Se que aquí conecto con muchas personas, pero con algunas, la conexión se presiente especial.
Con esas personas se puede hablar de todo, se puede reír y hasta se puede llorar. Llorar, como en su día lloré la pérdida de un ciber amigo espacial y especial, Nacho, en el post más sentido que escribí en la vida y que me hizo comprender que por mail también se podía llegar al alma… O cuando gracias a esta maravillosa red que todo lo enreda, conocí a Arantxa Costas que con ojos navegables, me contó una preciosa historia de amor sobre la cocina de una vida

Pero por supuesto y más, y espero que mucho más, ¡este blog me hace reír!. Y sonreír. Y mucho. Y a diario.
Me parece divertido, y más que divertido, estimulante, imaginar, con tan pocos indicios, a la persona que hay detrás de un nombre o de un nick name. Y entiendo, que conste, los peligros que tal espejismo cibernético pueda conllevar…
¡Confundir realidad con ilusión!… ¡ahí es nada! ¡Sólo me faltaba convertirme en la «Quijota» del espacio sideral!. Aunque bien pensado, y ya puestos, como que me veo más en el papel de «Sancha Panza».
A una, que es de natural soñadora, este mundo virtual y potencial le viene tarde. Y mal, (o bien), que me pese, me pilla ya bien formada, reformada ¡y también necesitando reformas!.
Entiendo, sin embargo que lo que para mi representa increibles e infinitas bondades pueda ser un peligro para personas más jóvenes, sin formación, o para aquellas que se encuentren en algún momento blandito de esos que a veces todos tenemos en la vida. Por contra y si lo pensamos bien, hay mil otras cosas que mal, o inconvenientemente utilizadas, son tanto o más perniciosas que esta y tampoco causan la alarma social que deberían.
Por mi experiencia yo no puedo más que hablar de las bondades de este invento y de la libertad y el gustito que le encuentro a este deshago ciberespacial que me traigo con vosotros.
Desde las innumerables muestras de simpatía en el blog y en Facebook, hasta los mails y comentarios en el blog de personas como Sol y Estefanía compartiendo y aliviando sus penas de la forma más valiente que podría imaginar.
Tampoco quiero olvidar a otros como R, que en una romántica y caballeresca actitud, me dice que ni quiere dejar comentarios anónimos, ni firmar publicamente, así que no le queda otra que dirigirse personalmente a mi para hacerme saber que le encanta «mi particular fórmula de divertida nostálgia con la que me guiso la vida».
Tengo de este mi primer año mil anécdotas, y mil momentos divertidos, y que yo recuerde un sólo instante de asombro, estupor, perplejidad, y anonadamiento, (yo diría que casi extremo), cuando recibí una serie de mensajes un tanto….¿ particulares?….
Pero esta, no quiero decir negativa…. vamos a llamarla… particular experiencia, será merecedora de próximo y separado post en un futuro inmediato. Como pista, decir sólo que el firmante de aquellas soflamas incluía en su dirección antes de la preceptiva @ el número 69…. ¡Será el de su nacimiento!, pense yo…
Y como diría aquella presentadora de aquel familiar concurso de nuestra infancia y juventud: «…Hasta aquí puedo leer»
Y ya por no aburrir y por terminar además de con un interesante «Continuará»… con un final como Dios manda, no puedo despedirme sin algo elemental básico e imprescindible:
¡¡¡DAROS LAS GRACIAS DE TODO CORAZÓN Y A TODOS POR ESTAR AHI!!!
Gracias por estar y por seguirme en estas cocinas y en estas historietas que no se si son buenas o malas, pero lo que si se es que son espontáneas, honestas y mías.
Gracias por vuestros halagos, que a veces hasta me suben el pavo, (¡y a mi edad ya tiene mérito!), y otras, las más, me agradan, divierten, emocionan y hasta enternecen
Gracias por guisaros la vida, y más aún, por guisárosla aquí y conmigo. No se exactamente que os doy, pero si se lo que me dais a mi y se que es casi casi adictivo
Gracias por compartir vuestras impresiones, momentos y anécdotas en esta especial ciber aventura que comenzó ya hace un año, pero que parece que sigue…
Ojalá, Ojalá que así sea.
Ojalá….
P.S.
No habría mejor regalo de cumple años, que la alegría que me produciría que se me apareciese Sol por aquí…
RECETA: HUEVOS ROTOS CON JAMÓN VERSIÓN REMASTERIZADA
Nada más tonto y más «chorras» que unos simples huevos rotos, pensaréis….O…. vaya receta de aniversario del blog que se marca esta…Y lo entiendo, lo entiendo…
Lo que ocurre es que cuando una descubre otra forma de elaborar algo muy sencillo que convierte ese algo sencillo y exquisito, en algo mucho más rico aún…Pues a una le parece esta una inmejorable ocasión para compartirlo con sus fieles seguidores cocinitas.
A ver que os parece…

Ingredientes por persona

1 patata grande, grande, buena y amarillita (si lo hacemos con las harinosas…..la c…..)
2 huevos cuanto más ricos mejor
Unos 50 a 70 gramos de jamón ibérico buenecillo. (Valen recortes y trocitos que se venden en las charcuterias buenas envasados y son más baratos)
Aceite de oliva y sal.

Aproximado proceder
Con cierta antelación (unas 2 horas) podéis adelantar este proceso
Freir las patatas en abundante aceite de oliva previamente peladas y cortadas en trozos que hagan piquitos o esquinitas, (vamos, que no cortéis en lonchas o rodajas planas).
Cuando estén casi hechas escurrir y reservar hasta el momento de elaborar el plato. Dejar el aceite en la sartén que volveremos a usarlo.
En el momento de comer, calentamos de nuevo todo el aceite, y cuando esté muy caliente, volvemos a terminar de freir las patatas. Escurrimos y reservamos las patatas cerca del calor.

Retiramos buena parte del aceite, pero dejamos mucho más del que nos pida el cuerpo, para darle una ligerísima fritura al jamón.

Pescamos rapidamente el jamón y lo depositamos sobre las patatas, para que vayan empapándose con su grasa.
En ese aceite sobrante del jamón, que os deberá seguir pareciendo más del apropiado, cuajáis las claras.
En las claras ya cuajadas, se vuelcan las patatas y el jamón y se revuelve bien todo.
Al instante y en la misma sartén o cazuela, se distribuyen las yemas y con un tenedor se rasgan.

Mientras llegan a la mesa se cuajan con el calor residual…
Ya me contaréis….

Guisándome la vida, Carmen Albo. Blog sobre gastronomía y cosas mías