Los que me seguís en este blog desde sus comienzos (y los míos), igual os acordáis de que este era un blog de recetas con historietas. Hace cinco años, coincidiendo con una crisis existencial y personal, vamos, cuando me divorcié, escribí y publiqué este último post… Y hasta hoy.
Hace unos diez días, que hoy por otros motivos personales se me antojan una eternidad, decidí que tenía que volver a escribir. No sé si lo hago regular, o si lo hago mal. Tampoco me importa mucho. Me apetece hacerlo, eso es todo. Y además, visto lo visto de esta mi vida, no voy a tardar mucho en ponerme a ello… ¡no vaya a ser!.
Esta es la primera de las historias de infancia que hace poco tiempo me propuse rescatar de mi memoria y versionar con mi edad, o, dicho más elegantemente, con mi experiencia.
Espero que esta no sea la última historieta, ni que con la próxima vuelva a mediar otro lustro más. Me gusta escribir, y me gusta que me lean. No voy a decir que me da igual, porque no sería verdad.
Lo que voy a cambiar en esta «rentrée» es el formato. Las historietas no irán hilvanadas a ninguna receta. Saldrán de su horno, de ese que sin cocer, cocina, cuando ellas tengan a bien hacerlo y espero que a vosotros, no os parezca mal.
Vamos allá…
INFANCIA, VERGÜENZA Y PLAYA
Dedicado a los hombres de mi vida.
De momento, son todos de mi familia. La esperanza de volver a añadir a uno de fuera, aún no la doy por perdida
Mi hermano es idiota. Ahora va y le tiene miedo al cuadro que mi padre ha colgado en la pared frente a nuestras camas. Lo ha pintado la mujer de un amigo suyo que vende muchos cuadros. O eso dice mi padre, aunque yo no creo que pintando eso se pueda vender mucho.
Todas las noches mi hermano empieza con su: “no me duermo, no me duermo” y hasta que no viene mi madre a tapar el dichoso cuadro con la colcha que siempre deja hecha un gurruño a los pies de su cama, no se duerme. Debe ser tonto y se cree que yo no me doy cuenta. Llega mi madre, tapa el cuadro y se acabó el problema. Se muere de miedo y creo que también le debe dar rabia que yo lo sepa. Bueno, por lo menos, así se estira su colcha.
En Cádiz estamos teniendo un problema. Y es con la ropa. Mi abuela se empeña en mandarnos vestidos y cosas que compra cuando va de viaje por ahí con mi abuelo. Y aquí la gente nos mira mucho (y raro) luego. Mi madre, me parece que no se entera. Yo sí.
Este invierno me lo pasé rascándome las piernas por culpa de unas medias que ella dice que son tirolesas y que nos regaló a los dos. Igual no se dio cuenta de que el invierno en Cádiz es distinto al del Tirol, ese. A ver, que las medias son bonitas, pero con tantas flores y pompones yo las veo muy de niña y a mi hermano le dan rabia. A mí me dan picor. Igual a él le dan las dos cosas.
Estamos en verano y ya se me ha olvidado un poco el picor de las medias del invierno, pero ahora tenemos otro problema causado también por mi abuela. Nos ha mandado unos bañadores de gallinitas de colores que no sé en qué viaje a qué país ha comprado, pero no creo que sea en el mismo país de las medias gordas.
Mi bañador es rojo y tiene una gallina con alas de colores en la barriga. El de mi hermano, que también es del mismo rojo que el mío, lleva la misma gallinita, pero en el culo. Y ahora está todo el día cabreado. Yo sé que es porque a él su bañador le parece de niña y, además, cuando se mete en el agua las alas de su gallina no son como las de la mía. Las suyas no están cosidas, se despliegan, ¡y flotan!
Mi hermano a veces me cae mal porque se ríe de mí y sobre todo, porque me hace rabiar mucho y pasar mucha vergüenza. Eso también. Yo tengo siempre sed y aquí y en la playa, aún más. Mi madre nos da dinero siempre para tomar una Fanta en el bar que está pegado a las casetas y al muro de la playa. Me encanta el olor de ese bar, pero el de antes de llegar a él, me da mucho asco.
En el bar siempre están friendo patatas. Aquí les llaman papas fritas y cuando voy a Vigo son patatillas, pero ser, son la misma cosa. Las de aquí son más ricas y las sirven en cucuruchos de papel que luego se quedan llenos de manchurrones de aceite. También se me llenan de aceite las manos, pero yo, me las limpio en las alas de la gallina y no se entera nadie.
Como a mí me da mucha vergüenza entrar en el bar y pedir y pagar mi Fanta, hago como que voy, me quedo un rato fuera, escondo el dinero en la arena y luego vuelvo. Vuelvo muerta de sed, pero vuelvo.
Mi hermano sabe que si él no me acompaña y me pide el refresco, no voy a ser capaz de hacerlo. Y sabe que voy a pasar mucha sed. Por eso se ríe de mí y me hace burla delante de todos los niños diciendo que su hermana mayor no es capaz ni de pedir una Fanta en el bar de Pepe.
Pasé mucha sed el verano pasado, pero desde que el bañador de gallinitas llegó a nuestras vidas, todo ha cambiado. Mi hermano, ahora, empieza a saber qué es la vergüenza. Yo creo que su vergüenza también lleva mezclada un poco, o un mucho, de rabia. Pero es que sabe que no puede hacer nada. Si queremos ir a la playa, ¡y claro que queremos!, tiene que ser con los bañadores de gallinitas nuevos.
La suerte que he tenido este verano es que ahora es a mi hermano al que le da mucha vergüenza bajar al agua y que todos los niños vean esa gallina con alas de colores flotantes en su culo. Y a mí se me ha ocurrido un apaño estupendo. Yo bajo detrás de él cuando quiere bañarse y sigo detrás hasta que el agua le tapa el bañador y la gallina y, a cambio, él me pide la Fanta en el bar de Pepe.
No sé qué voy a hacer cuando nos queden pequeños los bañadores de gallinitas. Ya se me ocurrirá algo.
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Cuando escribí todo esto, en este diario de piel verde con candado que acabo de encontrar revolviendo entre las cajas del desván de mi madre, aún no sabía que el olor del bar de Pepe y el de antes de entrar en él, los iba a recordar eternamente.
59 comentarios
Fantástica historia, a todos nos compraban o regalaban algun que otro modelito que noa daba verguenza…jijiji…como te entiendo. En mi caso eramoa 5, el 6 tardo un poco mas, y los veranoa en Bayona tenian alguna que otra pega de indumentaria. Y como noa compraban, o cosian, pocas prendas…tocaba aguantar.
Sigue con tu escritura y tus recetas y tu mucho disfrute vengan como vengan dadas. Un besiño
Lo intento, lo intento y lo intentaré, María, vengan como vengan dadas…
Jajajaja me encanta lo de…. Mi hermano a veces me cae mal… ????
Soy de León y me prestó ver que estabas aquí y comiendo cosas ricas… ????
Pues la próxima vez ue me veas me saludas, por favor…
Soy de Cadiz y vivo aqui. Me ha encantado recordar los cartuchos de papas fritas , ahora pasan con un carrito y venden paquetes hay unas que estan de muerte y como saben en nuestra playa ….. en ningun sitio.
Mucho animo con ese enfermito , que se recupere pronto. Besos
Yo siempre digo que en otra vida fui gaditana, pero no, fue en esta. Y de alguna manera lo sigo siendo. Yo creo que era en la Playa de la Victoria, pero no estoy segura. Muchas gracias por tus buenísimos deseos
Me encanta Car.wn Sigue escribiendo
Lo intentaré. De verdad. Un beso grande, Ana.
Me encanta Carmen. Sabe a poco. Disciplina y una historieta a la semana! Venga!
Me encantaría prometértelo, Elena. Yo, lo voy a intentar. No sé si uno a la semana será mucho para mi vida actual, pero entre uno y dos al mes debería estar…
Buenísima la historia. Me ha hecho recordar bochornos infantiles que ahora me dan risa.
Gracias por compartir siempre momentos deliciosos ya sean recetas o recuerdos. Un abrazo y que en León sigan yendo bien las cosas. ????????????????
¡Ay! que me emocionas…y estoy blandita. Gracias, Mercedes.
Me ha encantado tu historieta. Con los hermanos siempre es así, cuando se es pequeños, claro, de mayores ya es distinto.
Yo tengo la suerte de seguir conservando la misma relación con mi único hermano, que es también un hermano único
Me rechiflas..cuando cocinas,cuándo viajas y cuando tienes asuntos más serios que atender…xq todo lo haces un un sutil sentido del humor
Sigue escribiendo y haciendo todo lo q te haga feliz…q es algo difícil de conseguir
Lo intentaré, lo intentaré…Y vaya piropos, por cierto. Mil gracias Encarna
????
Genial, Carmen. La memoria de los olores…
La más evocadora de todas, Magdalena. Igual influye lo poco que veo, por aquello del compensar sentidos…
ftapigo@gmail.com
ftapigo@gmail.com
Preciosa historia, Carmen
Esperando la siguiente
Un abrazo
Me estáis poniendo en un compromiso…¡Qué bien me viene!Que me conozco…Gracias por comentar aquí, Elena
Cuantos recuerdos leyéndote, Sonriendo!!
Me encanta!
Totalmente de acuerdo con un comentario anterior, disciplina y sigue es riendo!!!
Un beso fuerte y que sigan las buenas noticias de leon!!????????????????????????
Me disciplinaré, ¡qué remedio! Gracias Leti y esperamos que sigan las buenas noticias de león. Que seguirán siendo buenas. En 2 o 3 días me vuelvo a ir para allá que no sé por qué, pero las mujeres siempre hacemos más falta…
Me encanta Carmen!!!Sigue escribiendo y nosotros seguiremos disfrutándolo y ya sabes que ser gaditano es también una actitud ante la vida…te lo dice una gaditana de corazón nacida en Vigo
¡Pues ya somos dos, María Magdalena!Yo siempre decía que en otra vida fui gaditana, pero nofue en otra, fue en esta y fue ayer…o casi.
Es genial , Carmen ,lo que me rei …………las medias que pican , la gallina de los bañadores , divertidísimo .
Tal cual fue, Elia….A veces, cuando ahora me pica una pierna, me acuerdo de aquellas medias modelo castigo de Dios, en los cálidos marzos de Cádiz…
Hola!!!
Te sigo desde los tiempos esos que dices de «tus historietas» y siempre me ha gustado tu forma de contar las cosas, sean o no recetas. Me ha encantado la historia que tu infancia… yo también tuve un diario de piel verde con candado, ojalá lo encuentre!!! Soy asturiana, más o menos de tu edad y veo mi cultura gastronómica (y familiar) en muchas de tus publicaciones. Sigue escribiendo que yo te seguiré, con gusto, leyendo…
¡Que gusto y que ilusión me hace adivinaros! De mi edad, con un diario modelo comunión igual, con los mismos gustos…¡Igual somos almas gemelas! Gracias por comentar…
Nunca dejes de hacer las cosas que te apasionan!! Maravillosos tus recuerdos y laa forma de contarlos.
Mil gracias, Jimena. Lo intentaré, de verdad… Tengo la vida complicada, pero tengo que proponérmelo.
Me ha encantado, sigue escribiendo para nosotros, por favor.
No, si voy a tener que hacerlo, aunque sólo sea para no defraudar a «mi público». En serio, Pilar, lo intentaré de verdad y lo haré en buena parte por vosotros. Mil gracias por tu comentario
Ja, ja, ja… Me parto de risa imaginando a Javier con la gallina en el trasero !!!! Sigue escribiendo, Carmen. Lo haces fenomenal. Son historias entrañables que, parecidas, todos hemos pasado con nuestros hermanos. Y tú las cuentas tan bien!!!!
Pues seguiré intentando escribir, a pesar de todo…Todo es proponérselo, Patricia
Gracias Carmen. Ha sido entrañable leer tu relato. Una estupenda foto y descripción.
Mil gracias, Lina. Lo intentaré, de verdad…
Sigue!!! Me.encanta
Seguiré, seguiré…aunque el anonimato me facilitaría mucho la labor…
Bienvenida Carmen!
Te he echado de menos a ti con tus historias y recetas..
Muchas gracias, María Pilar. Me hace ilusión que me lo digáis y que me dejéis estos comentarios hilvanados aquí, en el blog.
graciosas tus historias y muy bien contadas,tus recetas y tus historias compartidas,te ayudan a ti y a los que te seguimos a torear la vida
un abrazo
A torear la vida…¡Nunca mejor dicho! Y con pase de pecho y hasta a porta gayola . Toreando siempre a la vida, Gracias por tu comentario y por dejarlo aquí, Beatriz.
????????????????????????????????????????????????????????????????????????Maravilloso!!!
¡¡¡Por fin!!! Un hombre en mi blog. Gracias por comentar aquí, Emilio. Siempre me pareció mucho más romántico hilvanar aquí los comentario…
Estupendo relato, me has hecho recordar mi vergüenza infantil, Dios!, las abuelas que buenas son, pero poca psicología ????????????
Tú lo has dicho, María José, ¡qué buenas las abuelas y que poca psicologí! . Aunque en el caso de la mía, lo sabía y le daba igual. Con tal de que nos echasen piropos por la calle…
Carmen, la única y original. ¡Como disfrutó tus escritos! Lo haces mejor que muchos cuyas trabajos han sido publicados- no mencionó nombres para no meterte en líos. Eres un tesoro y me siento muy afortunada de que me alegres el camino. Abrazos desde Dallas.
Te voy a dar el premio al mejor piropo de esta rentrée, Lilian. Tú si que eres de las primeras seguidoras que tuve en este blog, y que lo hagas desde tan lejos y aunque en la virtualidad no haya distancias, me parece mucho más meritorio. Mil gracias por estrar ahí desde el principio de los tiempos…
Carmen tú forma de escribir lo mismo que tus recetas son amenas ricas y encantadoras.Las disfruto muchísimo. Muchas gracias y Felicidades.
????????????
¡Ay! que me vais a emocionar entre todos… Tengo que seguir escribiendo, aunque me cueste encontrar el momento…
Un placer leerte
Hola Mireya, que se me coló tu comentario. ¡Mil gracias, hijiña! Ya estoy escribiendo la próxima…
De casualidad,me encontré con un comentario en Twitter,inteligente y con humor.Así que fui a la biog..Ha sido una muy agradable sorpresa.Que buenas y tiernas historias.Y parecen buenas,las recetas.Seguiré por aquí.Ambos temas,me encantan.
¡Hola, Flora!
Pues no sabes el piropazo que me acabas de echar. Bueno, seguro que lo sabes porque debemos tener los mismos gustos y capacidades, me temo… Bienvenida a tu casa, pasa hasta la cocina . Nos vemos aquí, en Twitter y donde se tercie…
[…] Y si habéis acabado de leer esto sin aburriros mucho y queréis leer la primera de estas historietas de la serie: «infancia vergüenza y…» podéis picar en INFANCIA , VERGÜENZA Y PLAYA. […]
[…] Y gracias a que en aquel área de aislamiento “hematopoético” no podía introducir papel ni libros, redescubrí un twitter que, desde febrero, no deja de sorprenderme y regalarme, personas, periodistas y pensadores, fascinantes. Y también volví a escribir En aquellas tristes noches de insomnio escarbé en mi iluminada infancia y reviví y compartí historietas tan inocentes y soleadas como esta historia de infancia gaditana. […]