TARTA FRÍA DE AGUACATE Y LIMA

Esta tarta fría de aguacate y lima, os diré, antes de nada, que es una receta que vi en el blog de Cupcakes a gogó, hace ya algún  tiempo. Desde el  momento en que la vi  llamó mi atención y me apeteció probarla. Una vez hecha, probada y testada en mis propias carnes (y nunca mejor dicho) puedo deciros que es un postre fresco, diferente, que se hace sin horno y que está muy, muy, rico.

Así que os animo a que probéis un postre distinto y muy refrescante como esta tarta fría de aguacate y lima  y a que sigáis a Belén, autora del blog Cupcakes a gogó, donde encontraréis unas recetas de dulces y unas fotografías, maravillosas. 

Todos los ingredientes de esta tarta, incluidas las galletas y el queso fresco ecológico, los compré en mi supermercado de confianza, que, como bien sabéis los que me seguís, no es otro que GADIS.

A mayores, el nivel de dificultad de este postre es mínimo, por no decir que inexistente. Y ya  puestos a simplificar,  hasta he conseguido eliminar el único proceso de cocina que incluía la receta de Belén,  sustituyéndolo por un toque de micro  en el mismo recipiente en que batí la mezcla,  evitando así  hasta manchar una tartera.

También os diré que yo he modificado un poco las cantidades de los ingredientes para adaptarlos al tamaño de tarta que quería hacer y a mi adicción a la lima.

¡Vamos al lío!

 

 

 

 

 

 

 

Aproximado proceder (para un molde de 23 cmt):

En un recipiente con agua del grifo, dejamos que se ablanden 6 hojas (10 grs) de gelatina. Dejamos reposar.

En una buena turmix, batimos el paquete de galletas con los 125 grs de mantequilla blanda. Con la pasta resultante forramos el fondo de un molde desmontable. Ayudarnos de un espachurra verduras para aplanar la superficie, simplifica bastante este asunto.

 

Introducimos el molde con el fondo de galletas en el congelador,  mientras hacemos la mezcla de la tarta.

En un bowl amplio que nos quepa en el microondas, trituramos: el queso fresco, la nata, los 2 aguacates, la ralladura de la piel de 3 limas, el zumo de 1 de las limas, el  azúcar y  la cucharada de canela.

Una vez triturado todo , introducimos el bowl en el micro durante 2 minutos para que coja temperatura la mezcla.

Retiramos del micro y añadimos la gelatina ya reblandecida. Removemos hasta que con el calorcito ligero de nuestra pasta se deshaga la gelatina.  Y si no queréis utilizar micro, calentad la masa en tartera hasta que esté templada y añadís la gelatina en ese momento.

Sacamos el molde del congelador, y vertemos la mezcla anterior.

Introducimos el molde en la nevera y dejamos enfríar unas 6 u 8 horas hasta que esté frío y cuajado.

Si sois rapidillos, como yo, podéis poner el molde en el congelador 2 horitas y luego pasarlo a nevera. Os diré que un trocito que congelé del todo, estaba buenísimo, así que si queréis hacer la tarta con antelación y tenerla congelada, esta es de las que se deja querer y da facilidades para todo…¡Qué no es poco importante!

Una vez fría nuestra tarta, sólo hay que desmoldarla, y,  muy importante, decorarla  bien. Como podéis ver en la foto el aspecto es muy homogéneo y no tiene más chiste que su sabor.

Con unos pistachos, frambuesas y hierbabuena, conseguí este resultado final que, sí os gusta, no tenéis más que copiar, tunear, versionar, y, sobre todo, mejorar…

Animaos a hacer un postre diferente y muy fresco, que, además, cunde un montón. ¡Y ya me contaréis…!